domingo, 24 noviembre 2024

Descubre esta secuencia de Yoga en casa para empezar bien el día

Durante los meses de confinamiento obligatorio hemos incorporado a nuestra vida muchas actividades que nunca antes habíamos realizado. Como por ejemplo, hacer constantemente videollamadas por Zoom, dar clases de Yoga online o cocinar miles de recetas que jamás hubiéramos hecho de no ser por esta pandemia de Covid-19. Y aunque el brote de coronavirus aún no ha terminado, muchos ya han retomado parcial o totalmente sus tareas diarias y gran parte de esas actividades parecen haber quedado en el pasado. Pero el hecho de no estar más confinados no significa que debamos dejar de lado aquello que nos hace bien.

En cuanto acabó la cuarentena obligatoria, la gran mayoría de la gente ha elegido salir corriendo de sus casas para disfrutar momentos con sus familiares, tomarse una caña en una terraza con los colegas o bien dar un paseo por la montaña. Y muchas de esas actividades que hacían durante el confinamiento simplemente quedaron atrás. Un claro ejemplo de ello son aquellas personas que tomaron clases de Yoga en cuarentena pero que jamás han vuelto a hacer un saludo al sol desde que comenzó la `nueva normalidad´.

Sin embargo puede ocurrir que tu no seas ese tipo de personas y que a ti realmente te encante el Yoga y lo consideres una práctica perfecta para tu bienestar. Si esto es así, presta atención a este artículo porque a continuación te brindaremos una secuencia de Yoga para hacer en casa. Te tardará muy poco tiempo y empezarás el día de la mejor manera.

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Postura elemental del Yoga: perro boca abajo

El perro boca abajo es una de las posturas o asanas más importantes del Yoga. Ayuda a trabajar hombros y abdomen y se debe emplear mucho tiempo de práctica para lograr hacerlo a la perfección. Aquí te explicaremos como hacerlo. Recuerda siempre utilizar una esterilla para tu comodidad.

Apoya las manos en el suelo y asegúrate que queden al ancho de tus hombros. Lleva tu cadera hacia el techo y empuja con toda la palma de las manos hacia el suelo. Tu cabeza debe quedar entre tus brazos y la mirada apuntando a tu ombligo. No pares nunca de presionar hacia abajo tanto con tus manos como con tus pies. Con esta postura lograrás estirar toda tu cadena posterior.