Muchas personas no quieren esperar a enero, desmadrarse y, como se suele decir, ya perderé esos kilos de más cuando pase la Navidad y ahora, a disfrutar. Quieren poner coto al desmadre navideño en cuanto a comidas, cenas, picoteo y bebida. Para esas personas, mostraremos los trucos para no engordan pero sin tampoco pasar hambre. Todo es cuestión de voluntad pero sin grandes sacrificios.
Y no te preocupes. Valdrá la pena, primero porque no te impedirá de esas comidas y cenas en familia y ser un «bicho raro» que no come nada, y segundo porque con estas medidas no tendrás que arrepentirte en enero de tu situación con la báscula y la pereza de tener que sacrificarse en un mes tan frío y poco apetecible para ello.
4Ayunos pre-Navidad
Los ayunos intermitentes están de moda y afortunadamente no por falsas expectativas y poca información, sino basado en estudios científicos. Nuestro antepasados no comían como hacemos nosotros ahora. Comían cuando podían, durante milenios, y eso aún está en nuestros genes y sistema metabólico. Hasta hace pocas décadas, la mayoría de la población mundial, de hecho, seguía con esos parámetros. Lo normal no es hacer 4-5 comidas al día y encima copiosas y calóricas, como solemos hacer.
Por eso el ayuno intermitente no sólo cuidará de tu peso sino que beneficia a tu organismo, y de cara a estas Navidades es un sistema perfecto con el que empezar y luego poderlo aplicar el resto del año, eso sí, siempre con una consulta previa a tu médico por si no pudieras seguir este tipo de medidas.
El ayuno intermitente no es otra cosa que restringir la ingesta de alimentos durante un periodo concreto: los hay suaves (8 a 12 horas) y más restrictivos (entre 12 y 24 horas). En el caso de esta Navidad, se trata de ayunar los días previos a las grandes comidas y cenas familiares. Es una forma de «limpiarse» y perder el peso que luego cogeremos, la llamada ‘autofagia’. El ayuno no tiene por qué ser estricto. Puedes tomar zumos, batidos o sopas para «matar el hambre».
