No se pueden permitir el lujo. El Partido Popular lleva tiempo dándole vueltas a qué hacer con una de sus dirigentes más respetada y contrastada. La vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados Ana Pastor se convirtió en uno de los pocos activos del PP que no generaban controversia. Ahora, los populares se plantean reciclar a Pastor y llevarla de nuevo a la primera línea de la política. La idea de colocar a la conservadora en la Comunidad de Madrid ya pasó por la cabeza de más de uno en Génova, especialmente cuando la autonomía estaba siendo golpeada con fuerza por la primera ola de la pandemia. Y ahora, a nadie le extraña ver a Ana Pastor en un acto tan madrileño como el de este viernes en la plaza de los Sagrados Corazones, al que ha acudido Ayuso y el propio alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida.
La idea de que la vicepresidenta del Congreso acabara en la Comunidad de Madrid con un cargo relevante ya circuló por Génova durante las horas más bajas de Ayuso. El plan era que fuera un refuerzo para el equipo de la presidenta autonómica y que pudiera ayudarla a encarar la crisis del coronavirus. Sin embargo, con el paso de los meses, la presidenta autonómica popular demostró que lo tenía todo bajo control y la idea de meter a capón a Ana Pastor se alejó poco a poco, pero no por completo. Aún hay quien dice que es una posibilidad que la vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados dé un salto en dirección Madrid.
Con este acto en la plaza de los Sagrados Corazones, Pastor ha recalcado su presencia y cercanía con la Comunidad de Madrid. Fuentes cercanas al partido aseguran que el puesto que estaba llamado a ocupar era el de consejera de Sanidad, sin embargo, la eficiente gestión de Enrique Ruiz Escudero ha reforzado su posición política y ha complicado el aterrizaje de Pastor en la administración autonómica. Por lo que las dudas sobre cómo y dónde reciclar a la diputada vuelven a circular por Génova.
Desde el PP de Madrid aseguran que no hay nada. Que la administración de Ayuso no se ha planteado hacer cambios. Y esto es algo que corroboran las fuentes. La idea de meter con calzador a Ana Pastor en la capital no viene desde la Comunidad, sino desde Génova. La sensación de que el talento de la vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados se está desaprovechando es generalizada. Y dado que su perfil no genera controversia, Casado se estaría planteando reciclarla de la mejor forma posible en un puesto con visibilidad. La Comunidad de Madrid fue (y es) una idea, pero también hay más soluciones sobre la mesa que pasan por sacar a Pastor del anonimato político en el que actualmente se encuentra.
Se busca una solución a un problema. Al igual que Casado absorbió el brillo de Almeida nombrándolo portavoz del partido y sometiéndole a su discurso, Génova quiere recuperar y sobretodo rentabilizar el prestigio de la diputada popular. Lo que no entienden desde el partido es que existan perfiles de esa categoría política en la formación conservadora y no se saquen al ruedo más a menudo. Se hizo con Almeida y ahora claman porque ocurra algo similar con Pastor. Y la diputada popular estaría por la labor, tal y como aseguran las fuentes.
La presencia de Pastor en la capital estos días no se ha interpretado como algo baladí. Que acuda a actos de esta envergadura es la forma que tiene Génova de exponer a uno de sus principales activos a los que quiere dar una salida digna. Casado quiere a Pastor en un puesto relevante y no saben aún dónde colocarla. Y la idea de Madrid pierde fuelle con el paso de las semanas y con el crecimiento de la figura política de Ayuso, que ya se hacen eco de su gestión incluso la prensa extranjera, tal y como se ha visto en la revista Le Figaro.
Ana Pastor se desinfló con la salida de Mariano Rajoy a pesar de que mantiene buena relación con el presidente del PP, Pablo Casado. El equipo del líder popular tiene claro que si quiere reforzar el proyecto de Casado y convertirlo en el caballo ganador, primero tiene que rodear al que fue diputado por Ávila de un equipo solvente y que no genere controversia. Pastor es un elemento conciliador. Casi tanto como quien amenaza con acabar con el reinado de Casado antes de tiempo, el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo. Con Almeida ya se hizo. Ahora le toca a la vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados. ¿Volverán las conjuras para meterla en Madrid? Desde luego, de hacerse, se vería como una injerencia más que como un gesto político amable con la presidenta. Antes se buscaba que Pastor fuera la salvadora de un gobierno autonómico presuntamente a la deriva. Pero ahora ese relato ya no se puede vender.