Si hace varias décadas se volvieron locas con la olla exprés, desde hace unos años la cocción lenta se ha puesto de moda. Es el método preferido de los mejores restaurantes y poco a poco está llegando a los hogares gracias a electrodomésticos específicos para cocinar a bajas temperaturas.
Sin embargo no es en absoluto un invento reciente, y seguramente casi todos hemos visto a nuestras abuelas teniendo un guiso al fuego durante largas horas.
5ES LENTA PERO SE AHORRA TIEMPO Y DINERO
La conocida como olla lenta, en venta casi todos los comercios de pequeño electrodoméstico tiene muchas ventajas. Funcionan con suministro eléctrico pueden estar hasta 8 horas cocinando con una temperatura controlada, inferior a los 100 °C. Gracias a esto, consumen muy poca energía, poco más que una bombilla. Esto implica un ahorro importante con respecto al horno o una cocción lenta en vitrocerámica o placas de inducción. También se ahorra en tiempo aunque no lo parezca. Esto es porque estas ollas cocinan solas, únicamente hay que dejarla trabajando y podemos olvidarnos. O como decíamos, se puede programar a una hora concreta, incluso por la noche, para que comience a cocinar y así tener un guiso recién hecho a la hora del almuerzo. Sin embargo, no son imprescindibles. Al igual que nuestras abuelas, podemos cocinar lento a la manera tradicional, poner nuestra cacerola al fuego y dejar que el olor de la comida que se va haciendo inunde la casa.