Las series o películas de ballet siempre nos presentan a personajes muy competitivos, obsesionados con su disciplina, que trabajan muy duro día a día para no quedarse descolgados en su academia. Estar en la élite de cualquier «deporte» implica ser competitivo, pero para conseguir estar en la élite del ballet vemos traiciones, humillaciones y sacrificios que no se dan en otras especialidades. Y este es precisamente el argumento de Delicadas y crueles, la última serie de Netflix, que la plataforma acaba de estrenar y que se ha posicionado ya como una de las series más vistas. Y si la historia, es una sucesión de estereotipos, ¿por qué creemos que no podrás dejar de verla hasta el final? Te lo contamos a continuación:
4Serie adolescente
El inicio de Delicadas y crueles nos recuerda un poco a otra serie de adolescentes como es Élite con un asesinato que resolver. Además, los guiones y la historia llena de rivalidades, egos y traiciones también se parecen mucho. De hecho, apostamos a que ha sido el público adolescente el que ha conseguido “aupar” a esta serie a los primeros puestos de la plataforma en menos de una semana desde su estreno. De hecho, parece que últimamente Netflix produce muchas series pensando precisamente en su público teen, y la verdad es que lo hace con acierto porque es un público muy fiel. En otros momentos, nos recuerda también a la película Cisne Negro o a Flashdance o incluso la mítica serie de los años 80, Fama.