Las series o películas de ballet siempre nos presentan a personajes muy competitivos, obsesionados con su disciplina, que trabajan muy duro día a día para no quedarse descolgados en su academia. Estar en la élite de cualquier «deporte» implica ser competitivo, pero para conseguir estar en la élite del ballet vemos traiciones, humillaciones y sacrificios que no se dan en otras especialidades. Y este es precisamente el argumento de Delicadas y crueles, la última serie de Netflix, que la plataforma acaba de estrenar y que se ha posicionado ya como una de las series más vistas. Y si la historia, es una sucesión de estereotipos, ¿por qué creemos que no podrás dejar de verla hasta el final? Te lo contamos a continuación:
3Actores
Una de las cosas que llama la atención de Delicadas y crueles, es que los actores no son tal, sino bailarines. Es decir, el casting no fue un casting convencional en el que se buscase a actores que supiesen bailar, sino a bailarines que quedasen bien en la cámara y encajasen bien con el personaje que iban a interpretar. De hecho, las escenas de baile son de las mejores cosas de la serie y por eso Netflix se centra mucho en ellas. La parte negativa es que eso se nota a la hora de interpretar, así que no esperes grandes interpretaciones.
