El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, se gasta 65.000 euros públicos en colocar una pista de hielo en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles. El coronavirus no frena la diversión navideña en Madrid. La capital parece haber sufrido pocos cambios respecto a las celebraciones de la antigua normalidad: los puestos de la Plaza Mayor y las aglomeraciones en las calles comerciales han vuelto.
Pareciera que este ocio añadido no pretende otra cosa sino salir a disfrutarlo, no obstante, el alcalde ha pedido a los madrileños que no se confíen en Navidad en lo relativo a las medidas de prevención respecto a la pandemia ya que la capital no se puede permitir un retroceso y ha recalcado que “hay motivos para la esperanza, pero no para el optimismo”. O lo que es lo mismo: engalana la ciudad para que no se pueda disfrutar. No al 100%, ahora siempre cumpliendo con el aforo. Como si desde Cibeles no supieran que eso es imposible y que, en Madrid, todo es multitudinario.
“En Madrid hay motivos para la esperanza, pero no para el optimismo. Cualquier relajación, cualquier momento en que pensemos que no es necesario cumplir, nos estaremos equivocando” ha avisado el edil. Almeida también ha recordado que en la capital hay un “número de infectados importante” y que “siguen muriendo personas todos los días”. “Que los números bajen es buena noticia, pero no quiere decir nada más. Confianza cero”. El del PP comprende que la Navidad es “un tiempo especial”, pero que los ciudadanos no se pueden permitir dar pasos en falso o relajarse por la llegada de la vacuna. Por ello ha instado a los madrileños a seguir “en la misma línea de trabajo”.
Sube la curva en Madrid
Después de tres meses de bajadas continuas, los contagios en la capital vuelven a subir. El último ascenso que se registra en la región data el 22 de septiembre, cuando se registró el pico de la segunda ola. La tasa de nuevos casos, hoy, es muy distinta: 229 por cada 100.000 habitantes frente a los 853 que se alcanzaron entonces.
La subida es generalizada en todos los distritos de la capital, que suma 6.829 positivos. Un incremento que coinciden con las aglomeraciones que se produjeron en la capital a finales de noviembre. Hace tres semanas, coincidiendo con el inicio del alumbrado típico de estas fechas, se difundieron imágenes de la ciudad, inundada de transeúntes que aprovechaban el «Black Friday» para empezar a llenar sus sacos de regalos. Pese a la polémica que suscitó entre la población, desde el Ayuntamiento de Isabel Díaz Ayuso, consideraron que el aforo estaba dentro de lo “previsto”.
El pasado 27 de noviembre se inició en Madrid el operativo especial de Navidad por el que, hasta el 7 de enero, se desplegará entre 75 y 100 agentes más cada día en la zona Centro, con la posibilidad de cortar el acceso peatonal a calles aledañas a Sol.
Las navidades de la nueva normalidad
A menos de una semana para dar inicio a esta extraña Navidad, todavía no se tiene muy claro qué se puede hacer y qué no. Desde la capital se han centrado en sortear una posible tercera ola que tumbe los buenos datos obtenidos hasta principios de diciembre. Es por ello que, tanto el Gobierno regional como desde el Ministerio de Sanidad, se han puesto sobre la mesa una serie de medidas entre las que se encuentra el cierre perimetral de la comunidad durante 15 días y limitaciones en el aforo.
Madrid, como el resto de regiones, permanecerá cerrada perimetralmente entre el 23 de diciembre y el 6 de enero. En esas fechas, se limitará la entrada y salida a las circunstancias excepcionales vigentes durante los otros cierres, con la diferencia de que se permitirá la reagrupación de familiares y allegados de distintas comunidades. Los que residan en una parte de la Comunidad cuya zona básica de salud está restringida a las limitaciones de movilidad temporales no podrán entrar o salir sin un motivo justificado.
En cuanto al número de comensales, el Gobierno central ha dado luz verde a las reuniones de un máximo de 10 personas (niños incluidos) de hasta dos grupos de convivientes los días 24, 25 y 31 de diciembre y 1 de enero. La Comunidad de Madrid suma a estos días el 6 de enero, Día de Reyes. El resto de días será como hasta ahora: las reuniones de familiares o amigos, máximo de 6 personas. El toque de queda también se verá ligeramente modificado: en Madrid, en Nochebuena y Nochevieja se permitirá la movilidad hasta la 1.30 horas y las 6.00 de la mañana.
Eso sí, para evitar aglomeraciones, desde la Comunidad de Madrid, han anunciado la suspensión de cualquier acto para festejar las campanadas de Nochevieja en plazas o vías públicas de la región. La celebración de conciertos u otras actividades tendrán que cumplir con las restricciones de aforo del 50% y respetando la distancia de seguridad.
Tampoco llegarán los Reyes Magos a la capital, tal y como han venido siendo hasta ahora. Nada de recorridos kilométricos y peleas por los caramelos. Habrá que estar sentado y con aforo reducido. La Plaza mayor también se ve salpicada: los mercadillos navideños solo podrán recibir al 75% de los visitantes.
Unas celebraciones atípicas que dejarán a más de uno con mal sabor de boca. Aun así, se espera que este esfuerzo de unos buenos resultados que permitan bajar la curva de contagios y liberar los hospitales. Desde arriba insisten en que el anuncio de la vacuna no significa que la pandemia haya finalizado y que, ahora, más que nunca, hay que poner de nuestra parte y no relajarse.
El Almendro no vuelve a casa por Navidad
Todo está siendo distinto este 2020, tanto que ni el Almendro ha vuelto a casa por Navidad. El famoso turrón, cuyo eslogan-canción es casi un himno, ha decidido no anunciarse este año. Los internautas han aplaudido esta campaña por parte de la empresa, a la que han considerado un gesto muy solidario.