Agentes de la Policía Nacional han liberado a una joven neozelandesa víctima de trata que había sido obligada a prostituirse en un club en Marbella (Málaga). Tres personas de nacionalidad rumana han sido detenidas acusadas de los delitos de trata de seres humanos, relativos a la prostitución y la explotación sexual, entre otros.
Así, se ha realizado una entrada y registro en la vivienda de los cabecillas de la trama, un hombre y su mujer, de 41 y 35 años, en un inmueble próximo al club. Los agentes han intervenido documentación relacionada con la actividad ilícita, material informático, teléfonos y un revólver de aire comprimido.
La investigación, denominada Operación Maorí, tuvo su inicio el pasado 10 de noviembre, a partir de la información recibida en la cuenta de correo electrónico trata@policia.es, canal habilitado para facilitar la colaboración ciudadana de manera anónima y confidencial; acerca de la situación de explotación sexual a la que estaría sometida una joven neozelandesa, de 26 años.
Las indagaciones vinieron a constatar que la víctima era obligada a ejercer la prostitución en un club, donde los proxenetas la tenían bajo control, según ha informado la Policía Nacional en un comunicado.
CONTRATADA COMO BAILARINA
Según las diligencias practicadas, la víctima llegó al aeropuerto de Málaga procedente de Marsella (Francia), previa escala en Madrid, el pasado 31 de octubre, después de contactar con una agencia a través de la cual habría conseguido una oferta de trabajo como bailarina en un club de Marbella.
En el aeropuerto, la joven neozelandesa subió a un vehículo y desde allí fue trasladada por miembros de la trama a un piso en la localidad de Estepona, teniendo restringida, desde ese momento, su libertad de movimientos. En la vivienda, la víctima pernoctaba bajo la vigilancia constante de una tratante, que informaba, vía telefónica, a sus superiores de lo que allí acontecía.
Pese a que inicialmente comenzó a trabajar en el club como bailarina –para lo que había sido contratada en su lugar de origen–, pronto comenzaron a explotarla sexualmente. Los supuestos cabecillas de la trama, un hombre y su pareja sentimental, la obligaron a prostituirse en el establecimiento.
Sólo horas después de que los agentes tuvieran conocimiento de los hechos a través de la dirección de correo electrónico de la trata, los policías establecieron un dispositivo cuya eficacia permitió la inmediata localización y liberación de la víctima, en una terraza próxima al club, y la detención de los presuntos tratantes.
En la Operación Maorí han participado agentes del Grupo III de la UCRIF de la Comisaría Provincial de Málaga, así como también investigadores de los grupos operativos de extranjeros de las Comisarías de Marbella y Estepona.
Esta operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual. La Policía Nacional cuenta con la línea telefónica 900 10 50 90 y un correo electrónico trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos, no quedando reflejada la llamada en la factura telefónica.