El Ministerio de Sanidad ha reclamado a las comunidades autónomas que evaúen las necesidades de las plantillas ante la pandemia de COVID-19, según ha informado en un comunicado la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).
De acuerdo con la organización sindical, en el transcurso de una reunión del Foro Marco para el Diálogo Social del Sistema Nacional de Salud, el nuevo director general de Planificación Sanitaria, Vicenç Martínez Ibáñez, ha señalado que el Ministerio necesita el número total de profesionales en el conjunto del Estado para poder evaluar las plantillas, si bien «hay comunidades que se resisten a facilitarlos».
En este sentido, CSIF ha exigido un esfuerzo de «coordinación, planificación y refuerzo de las plantillas a las diferentes administraciones». «Los delegados de CSIF ya están comprobando como la situación sanitaria está empeorando en comunidades como la Comunidad Valenciana Valenciana, Castilla y León, Cataluña o Madrid, y vemos muy cerca la tercera ola», alertan.
Por otra parte, CSIF reconoce el esfuerzo en la creación de nuevas plazas MIR anunciado por el Ministerio. El próximo año se crearán un total de 10.249 plazas (un 5,9 por ciento más). Esta cifra se suma al incremento del 15 por ciento de este año (casi un 21 por ciento en dos años), lo que supone 21,8 plazas por 100.000 habitantes. Madrid es la comunidad autónoma que más oferta, con 1.722 plazas. El examen será el 27 de marzo y se incorporarán previsiblemente el 15 de julio (se ha retrasado 2 meses por la pandemia).
No obstante, CSIF considera que este esfuerzo «debe de ir unido al refuerzo de unidades docentes y a la creación de puestos estructurales en la sanidad, para que estos profesionales se queden en nuestro país y no tengan que emigrar».
Según CSIF, el Ministerio también ha anunciado a los sindicatos su voluntad de revisar el Estatuto Marco del personal de los Servicios de Salud, para abordar las nuevas formas de contratación y disminuir la tasa de temporalidad.
Otras medidas que tiene en cartera el Ministerio con financiación a cargo de la Unión Europea pasan por el impulso de nuevas medidas de formación continuada para profesionales; certificación de las competencias profesionales; un marco común de carrera profesional, así como la profesionalización de puestos directivos en el Sistema Nacional de Salud.