El exmagistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha defendido este martes a la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, de los «ataques impresentables» de los que ha sido objeto a cuenta de su vinculación con el comisario jubilado en prisión José Manuel Villarejo, al tiempo que se ha opuesto a la repetición del juicio al líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi.
En una entrevista en TVE, Garzón ha asegurado que tanto él como la propia Delgado están siendo «víctimas de una situación» en que se ha puesto «en tela de juicio algunas acciones» que, a su juicio, «deberían estar por encima del análisis que se están haciendo de ellas».
«Me estoy refiriendo a los ataques que se han hecho a la Fiscal General del Estado», ha reconocido Garzón, que también se ha referido a su relación con Villarejo, al que conoce desde que sufrió las «consecuencias del informe Veritas», en el que fue el «contacto inicial» con el comisario.
«Recordará cuando en los años 90 este comisario participó por órdenes del Ministerio del Interior y altos responsables políticos en hacer un informe destructivo de la labor de instrucción de cuando yo estaba investigando los GAL, el narcotráfico y traficantes de armas», ha recordado.
En cuanto a la repetición del juicio al líder de Bildu Arnaldo Otegui y de los restantes condenados en el denominado ‘caso Bateragune’, como acordó este martes el pleno jurisdiccional de la Sala Penal del Tribunal Supremo, Garzón ha asegurado que la «carga del nuevo procedimiento», de un nuevo «juicio oral» es ya «una condena».
Al acogerse la petición fiscal, la Audiencia Nacional deberá juzgar de nuevo a Otegi, Rafael Diez Usabiaga, Arkaitz Rodríguez Torres, Sonia Jacinto García y Miren Zabaleta Tellerí por un delito de pertenencia a organización terrorista por el intento de reconstrucción de la dirección ilegalizada de Batasuna.
En este contexto, el exjuez ha explicado que no puede haber un «empeoramiento» de la propia condena, y que la sentencia tendría que ser «la misma o una absolución». Así, Garzón ha lamentado la decisión del TS porque va a llevar a que «nadie» se atreva a plantear un recurso de revisión si ve que eso puede ser un «motivo de reconocimiento» para plantear la repetición de un proceso judicial.
A su juicio, la cuestión «se está enfocando mal» porque se está poniendo «el acento en que Otegi es presidente de Bildu o fue condenado por estar en ETA». «Yo fui el juez instructor. Había indicios, se procesó y se llevó a juicio. Pero después lo ocurrido no amerita que haya un nuevo juicio: debía haberse buscado una solución compatible», ha sostenido.
En definitiva, Garzón ha defendido la búsqueda de una «solución» alternativa entendiendo que Otegi volverá a sentarse en el banquillo a oír «los cargos sabiendo» que no puede «ser condenado a más» y que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos le dio «la razón». «No debería sufrir esta situación», ha zanjado.