No hay cosa que más nos guste cocinar que un buen postre. En este caso, hemos elegido uno de esos dulces que a todos encantan, como son los roscos. Si te recuerda a las recetas que preparaba tu abuela, es algo común. No tengas miedo a que no te salgan igual pues, siguiendo los pasos que te vamos a mostrar, es prácticamente imposible.
Una de las cosas por las que se caracterizan estos dulces fritos es por estar crujientes por fuera y tiernos y deliciosos por dentro. Eso sí, debes saber que cada persona cuenta con su propia receta, por lo que el toque puede llegar a ser algo diferente. Eso es lo bueno de ponerlas en común, que cada uno podrá adaptarla a sus gustos particulares.
Si te ha entrado el gusanillo por entrar a la cocina, descubre la receta definitiva de unos roscos caseros bien tiernos.
5Trucos y consideraciones finales
En el caso de que los pasemos por el azúcar cuando estén fríos, el azúcar no se quedará en ellos. Por eso, si nos gustan bien dulces, mejor elegir el momento adecuado. Es decir, cuando los acabemos de sacar de la sartén.
Para disfrutar de los roscos de forma deliciosa, lo ideal es comerlos en el mismo día. Sin embargo, si han sobrado, se pueden guardar sin problema bien tapados y lejos de la luz directa.
Es el momento de disfrutar de nuestros roscos de anís con una receta sencilla y que no necesita ingredientes demasiado elaborados. Lo único que nos dará pena es comérnoslos todos.