No es algo nuevo. Ya pasó con el magistrado Manuel Marchena cuando se habló de él como posible presidente del Tribunal Supremo. Y ahora ha vuelto a pasar con la jueza Pilar Teso, que ya tendrá que despedirse de su candidatura a sustituir a Carlos Lesmes al frente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tras su sobreexposición a los medios. Los partidos políticos tienen la manía de deslizar a quién quieren nombrar como referente del poder judicial de forma recurrente. Pero sobre el papel, no gusta en el ámbito de la justicia que se dé por hecho quién será el nuevo o la nueva presidente o presidenta del Supremo antes de que lo voten los vocales. Por lo que tal y como informan fuentes del Partido Popular y del PSOE, Teso, la favorita del líder socialista, ya está fuera de juego.
Teso está muy quemada ya. Hace semanas, cuando el PSOE aún no había filtrado su nombre como la candidata del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a presidir el Supremo, era la favorita. Pero ahora, si deslizas la pregunta la respuesta por parte de las partes implicadas es exactamente la misma: su sobreexposición a los medios la ha quemado. Cualquier posible candidato a presidir el CGPJ que salga antes del nombramiento oficial, no llega al cargo. Y esto lo sabe bien Marchena, quien incluso renunció a ese puesto antes siquiera de que le hubieran nombrado o elegido para él. Esta es la dudosa separación de poderes.
Entre tanto, el CGPJ sigue pendiente de su renovación sin un nombre claro sobre la mesa. El PSOE y el PP tienen que ponerse de acuerdo en un contexto en el que Unidas Podemos intenta meter cabeza en la elección de los vocales y, por tanto, en la del presidente del Tribunal Supremo. Aún así, ya hay algún que otro candidato que se consolida poco a poco detrás de las cámaras, pues saben que exponerlo significaría su muerte política y que no llegaría a ningún lado. Lo que sí, esta vez parece que será hombre, y no mujer como quería el PSOE.
El PP parece que esperará a que pasen las elecciones catalanas para continuar con unas negociaciones que no están rotas por completo. Cuando se retomen, es probable que lleguen a un acuerdo que no guste a Unidas Podemos y que el presidente o presidenta del Tribunal Supremo sea de corte progresista moderado, pues una de las condiciones del presidente del Partido Popular, Pablo Casado, es que el vicepresidente del Gobierno no tenda ni voz ni voto para elegir los vocales del CGPJ.
Este nuevo giro ha sido un chasco para Teso, que ya se veía como presidenta del Supremo, un puesto con el que lleva coqueteando desde hace años y que nunca parece llegar a buen puerto. Lo cierto es que esta magistrada no es la favorita de nadie para ocupar el cargo de Lesmes, pero sí que es alguien que no generaba excesivas fricciones ni problemas entre los dos partidos mayoritarios. Ahora, sea quien sea el nuevo elegido para ocupar el puesto generará más entusiasmo que la magistrada. Eso casi con toda seguridad, según deslizan fuentes cercanas a los partidos políticos, ya que Pilar Teso es un perfil bastante más gris de lo que espera el presidente del Gobierno.
Lo que sí que llegan a confirmar fuentes de Ferraz es que confían en que la renovación del CGPJ será pronto, al menos antes de lo que Casado había anunciado con sus pesimistas pronósticos sobre llegar a un acuerdo. El nombre, por el momento, será lo de menos. El gran escollo será sin dudas el vicepresidente del Gobierno, que no quiere dejar al bipartidismo la elección de los vocales, ya que quiere que Unidas Podemos elija una parte porcentual proporcional a su presencia en el Congreso. Y si no, Iglesias ya ha avisado de que hay un anteproyecto de ley que, aunque atente contra la separación de poderes, según ha deslizado la UE, es una vía para que Podemos tenga toda la presencia posible en la renovación del CGPJ.
