viernes, 22 noviembre 2024

‘Mank’, la obra de Fincher en Netflix que aspira a petarlo en los Oscar

El pasado 20 de noviembre se estrenaba en salas ‘Mank’, y el 4 de diciembre en Netflix, la última película del prestigioso director David Fincher que trae un marchamo de gran obra y una de las favoritas a los Oscar. Para los que conozcan a Fincher, es uno de los mejores directores que existen y quizá se sientan sorprendidos o decepcionados. Y no porque la película sea mala -al contrario, si no lo es se acerca a obra maestra-, sino por la densidad y complejidad de la propuesta. Pero para los cinéfilos, sin duda es un film no sólo para verlo y revisionarlo, porque se nos escaparán muchas cosas en un único pase.

Vamos a mostrar muchas cosas de ‘Mank’ y del director, para que tengas elementos y motivación para ver una de esas películas que acaban siendo clásicos modernos, y no sólo por su propio corte clásico y rodado en blanco y negro. Y decimos motivación, porque su estreno en Netflix ha sido bastante decepcionante. Lastrado por un lado por la complejidad de la propuesta y por otro el aluvión de estrenos navideños, no ha tenido una gran audiencia, más dada en estas fechas a un cine familiar y divertido.

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‘Mank’, el ‘Rosebud’ de Fincher

Mank
Fotograma de ‘Mank’

Si en ‘Ciudadano Kane’ Orson Welles se propone nada menos que plasmar la vida, obra y psicología del magnate de la comunicación William Randolph Hearst y a la vez revolucionar la forma de hacer cine, en ‘Mank’ David Fincher recupera la esencia del cine clásico y reflexiona sobre ese cine y sobre la época en la que se hacía, incluido el politiqueo y los trapos sucios de la industria cinematográfica. Y lo hace con los ojos y la verborrea sarcástica de Mankiewicz. Sus opiniones y actos nos hacen comprender el porqué de ese guión. Con ello Fincher disecciona y explica cómo un libreto al final es fruto de las experiencias, opiniones y sentimientos de quien lo escribe. Pero también comprendemos al conocer a Hearst «en persona» por qué Orson Welles tenía tanto interés en rodar esa película, aprovechando que la productora le había dado carta blanca.

Así, si en ‘Ciudadano Kane’ ‘Rosebud’ es al final un trineo que marcó la infancia de Hearst, en ‘Mank’ el ‘Rosebud’ de Fincher es el propio guión, como homenaje a su padre pero también como «arma» contra lo establecido. En este caso escrito por un Mankiewicz que era lo contrario al establishment: un ser alcohólico, mordaz, de mal carácter y de izquierdas (apoyó como se ve en la película al socialista Upton Sinclair en las elecciones a gobernador en 1934, hecho que arruinó su prometedora carrera). Una oportunidad perfecta para que Fincher haga esa película cinéfila y de culto que a tantos grandes directores modernos apetece (todas curiosamente en blanco y negro), como pasó a Steven Spielberg con ‘La lista de Schindler’ o más recientemente ‘Roma’, de Alfonso Cuarón, que ganó muchos premios como se espera de ‘Mank.