Vienen momentos convulsos y el Gobierno parece que quiere reforzar el material para mantener «la paz», tal y como lo denominan. Tal y como ha podido comprobar MONCLOA.com, el Ejecutivo ha destinado 31.000 euros para comprar material antidisturbios, especialmente cascos pesados con pantalla para la Guardia Civil, justo los que se emplean para disolver protestas o manifestaciones violentas, como las que sucedieron en Cataluña hace un año. Todo esto responde no tanto a una necesidad, sino a una previsión del Gobierno que se espera que con la crisis económica la sociedad implosione. Desde el PSOE aseguran que es algo rutinario, pero fuentes cercanas al Gobierno no descartan un 2021 convulso.
El Gobierno ha encargado a la empresa especializada Fábrica Española de Confecciones, S.A. (más conocida como FECSA) la compra de un número concreto de cascos para la Guardia Civil que aún no han especificado. Este empresa es la misma a la que acudió la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, para vestir con chalecos antibalas a su Guardia Urbana. Ahora, darán un buen impulso a la Guardia Civil con nuevo material antidisturbios para encarar el 2021 en buenas condiciones. Al menos textiles.
La administración pública ha recurrido en repetidas ocasiones a FECSA, muchas veces en fechas oportunas. Cuando Colau dedicó 120.998,79 euros públicos para comprar chalecos antibalas en agosto de este año, Barcelona encaraba la Diada y el aniversario del 1-O. Casualidad no es, o al menos no lo parece. Pero no es nuevo, pues ya se había hecho otro contrato de suministro de chalecos antibalas de 2015 por 758.186 euros. Y en 2018 esta empresa textil también se hizo con un contrato de suministro de chalecos antibalas interiores por 400.000 euros.
El 2021 puede ser un año convulso por la crisis económica. Ya se deja notar, pero aún no se ha visto qué ocurrirá con muchos empleos que aún están en la cuerda floja. Si la recuperación no es tan positiva como se espera, puede que el 2021 se ponga muy cuesta arriba para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Los hosteleros, el taxi, los hoteles y otros muchos sectores están completamente al límite y puede que solo haga falta un pequeño empujón para que se encienda la mecha. Y el Gobierno es consciente de ello.
En cualquiera de los casos, el Ejecutivo no lo ve como una forma de disolver a porrazos las manifestaciones. Los cascos se esconden bajo el nombre de «adquisición de cascos pesados con pantalla para la GC destacadas en operaciones de mantenimiento de paz», tal y como figura en un documento a que ha tenido acceso este medio. Y el procedimiento de la concesión ha sido negociado y sin publicidad.
Ahora, además de lo que pueda dejar tras de sí la crisis económica, se aproximan fechas complicadas marcadas por la aprobación de los Presupuestos y, sobretodo, las elecciones de Cataluña, un punto caliente en España que volverá a ser plena actualidad. Son en febrero.
FECSA es una empresa cuya sede se encuentra en el municipio de San Sebastián de los Reyes (en Madrid) y se dedica a 1.001 cosas, entre ellas, la fabricación de material de combate, ya sea urbano, como ropa o accesorios policiales, o en la guerra, pues también provee a ejércitos de muchos países. La compañía a la que ha recurrido el Gobierno pertenece de otra denominada Blascoren, cuyo propietario es Fausto Loren Blasco. En FECSA, figuran en el consejo de administración su hermano Ignacio Loren Blasco, Carlos de Cos Blanco y Juan Angel Pares Boj, este último representante de la firma coruñesa Galicia Textil.