El secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha perdido el apoyo incluso de la derecha mediática. Esto es un problema de cara a la galería, pero lo grave es que en Génova están muy hartos de que sea el murciano quien se haya apropiado a la fuerza de los mandos del poder ejecutivo en el Partido Popular y despida, contrate o tome decisiones a discreción. Su salida de tono ha llegado hasta tal punto que incluso contradice en público el trabajo que muchos miembros de la formación conservadora llevan tiempo desempeñando para desatascar según qué instituciones. Es el caso del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), donde el presidente del PP, Pablo Casado, se había dejado seducir por el sentido de Estado hasta que Teodoro se ha saltado la autoridad de su jefe para asegurar de forma rotunda que descartan renovar al presidente del Supremo, al menos antes de Navidad.
«Lo descarto absolutamente», ha asegurado este martes García Egea en una entrevista en el programa Al rojo vivo de La Sexta en referencia a renovar el CGPJ. Esto lo ha hecho tan solo una semana después en la que se hubieran abierto las puertas por parte del Partido Popular para llegar a un acuerdo con el PSOE para desbloquear una cuestión de estado que lleva completamente estancada desde hace dos años.
El juez Enrique López llevaba tiempo camelándose a su homólogo socialista para buscar una vía que llevara al Consejo a buen puerto. Mientras algunos medios se quejan de que el CGPJ hace su trabajo, el PP se ha vuelto a cerrar como una almeja solo por la inquietud de García Egea, algo que ha hartado, según fuentes consultadas por este medio, a gran parte de Génova, que ya no saben como quitarse de encima a un político con gran ego y más aspiraciones que, bajo su criterio, solo ha dañado al partido.
El pulso no es necesario tomárselo a García Egea desde Génova, se puede hacer desde la prensa conservadora que ha manifestado su rechazo al secretario general del PP. Pero si se ahonda más en por qué hay tanto rencor hacia el dirigente, basta con tener una conversación con casi cualquier afiliado popular para saber que el rodillo de Egea ha aplastado a todo aquel que resaltara medianamente en la formación.
El problema es que ahora, cuando el PP parecía que se estaba acercando a un discurso moderado, firme pero de carácter pactista en algunas cuestiones de Estado, García Egea ha hecho acto de presencia y ha tirado todo por tierra todo el trabajo que había costado meses recuperar. Enrique López no ha levantado la voz. Ni Casado. Pero lo cierto es que hay un fuerte enfado por el nuevo golpe de autoridad de García Egea en Génova porque no es más que una forma de demostrar que tiene la sartén por el mango.
La pregunta que se hacen desde Génova lo díscolos con García Egea es dónde está Casado cuando todo el trabajo que ha realizado el equipo lo echa por tierra el murciano con unas simples declaraciones institucionales. «Nadie de Podemos participa en la negociación, deben retirar la ley infame que han presentado, y se debe aprobar la ley propuesta por el PP para que ningún político pueda ser fiscal general del Estado», ha comentado en el programa de Antonio García Ferreras.
Ni Casado, ni Enrique López ni nadie del Partido Popular han comentado antes que Teodoro la postura última del PP respecto a la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Nadie. Pero García Egea se ha tirado a la piscina sin manguitos otra vez para intentar imponer su criterio y sobretodo condicionar el rumbo del partido hacia una postura que dista de la que Casado quiso adoptar tras su exitoso discurso durante la moción de censura.
Si el Gobierno quisiera de verdad avanzar en una despolitización de la justicia lo tendría muy fácil», ha añadido el secretario general del PP. «Prefiero que el CGPJ siga como está a hacer una mala negociación en la que dirigentes de Podemos entren en las instituciones que desprecian», ha comentado Egea.