Esta Navidad es más especial que nunca, al menos así es como se la plantean muchas familias. Tras un año especialmente duro, con carencias afectivas, de movilidad y gran incertidumbre, este año se proponen «aglutinar» en estas fechas toda la alegría que se ha quedado en el camino. ¿Cómo? Sin escatimar en nada ni en decoración, regalos, y especialmente el menú de Navidad. Así que… bienvenido de nuevo a nuestras vidas marisco, pues si bien es un plato que siempre ha estado presente en nuestro menú navideño, es cierto que debido a los altos precios y al cambio de modas, estaba quedando relegado a una segunda o tercera opción. Para aquellos que quieren darse un homenaje estas fiestas, os traemos una receta de sopa de marisco.
3El marisco
Como la mayoría de las recetas, gran parte del éxito de la sopa de marisco radica en la calidad de la materia prima: es decir, del marisco en nuestro caso. Lo ideal sería que comprásemos marisco fresco el día que vamos a elaborar la receta. Pero esto es muy difícil, porque podemos quedarnos sin género, por su elevado precio a medida que nos acercamos a Navidad y por un tema logístico también. Así que entendemos que tengamos que comprarlo antes y congelar el marisco. Hecho esto, cocemos la merluza y las colas de rape unos minutos, para colar y reservar el caldo para más tarde. Además, desmenuzamos la merluza y las colas de rape y también lo reservamos. Si queremos ser minuciosos para que no se cuelen espinas podemos dejar este trabajo hecho del día anterior. Hacemos lo mismo con las gambas y los mejillones, se cuecen, se cuela el caldo y se reserva y se pelan y reservan las gambas y los mejillones.
