Antes de la pandemia las mascarillas costaban 0,05 céntimos. Después de que el Gobierno decretara su uso obligatorio el precio se disparó. Para evitar la especulación y el abuso de las empresas se ha fijado un precio máximo de 0,62 céntimos. Una medalla que se ha anotado el ministro de Consumo y líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón. Sin embargo, el ministro sigue permitiendo que el precio siga estando muy por encima del resto del mercado: entre 0,20 y 0,50 céntimos. Si con el precio pre pandemia obtenían un amplio margen de beneficio, con el nuevo el lucro es mucho mayor. Según FACUA esto solo fomenta que fabricantes, intermediarios y grandes establecimientos puedan seguir especulando y aplicando márgenes de beneficios desproporcionados.
Según se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE), esto solo se aplicará a las mascarillas quirúrgicas. Es decir, las FFP2 siguen costando lo mismo. Cuando se le preguntó al de IU, en una entrevista concedida a InfoLibre, por qué éstas últimas quedaban excluidas de la bajada contestó que no eran consideradas un producto sanitario ya que solo se obliga a los enfermos y a profesionales a llevarlas y por tanto, al estar excluidas de la red sanitaria, están exentas de IVA.
No obstante, se ha demostrado que las mascarillas quirúrgicas no protegen del virus a las personas que la llevan por lo que un usuario que la lleve es vulnerable a alguien afectado por el covid que no la lleve. Las FFP2 son las que aseguran una protección total frente a evitar un posible contagio. Además, hay algunas mascarillas quirúrgicas que no funcionan. Se explica muy bien en el famoso vídeo de la enfermera que intenta apagar una vela con cada una de las mascarillas disponibles en el mercado: mientras que con las quirúrgicas la llama se mueve, con las FFP2 permanece estoica.
Esta decisión se produce después de la bajada del IVA del 21% al 4% y una semana después de que la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos rebajara en un 25% el precio máximo de estas mascarillas, quedando en 0,72 céntimos, pues el IVA que se aplicaba era del 21%. No obstante, esta bajada solo afecta a las mascarillas quirúrgicas desechables lo que supone que las FFP2 y las higiénicas mantienen el IVA del 21%.
FACUA no ha sido la única en criticar la medida en cuanto al precio de las mascarillas. Organismos como el Consejo General de Enfermería llevan tiempo exigiendo un precio máximo para las FFP2. Por su parte, la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles ha defendido la necesidad de que se rebajen todos los productos anticovid, incluyendo también los geles hidroalcohólicos. El presidente de la asociación, Luis Palacios, ha lamentado que las FFP2 mantengan el IVA del 21% y se ha mostrado tajante con el Gobierno de Pedro Sánchez pues considera que solo se ha limitado a cubrir el expediente. El director ha lamentado que el precio más bajo de las quirúrgicas fomente su compra en detrimento de las FFP2, que son las que más protegen.
Subvenciones millonarias por parte del Gobierno
El Gobierno ha anunciado que subvencionará con más de 4,2 millones de euros a 17 empresas que estos últimos meses han realizado inversiones para fabricar mascarillas. Estas compañías diversificaron su actividad industrial ante la falta de material que se vivió en España durante la primera ola del coronavirus. El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha seleccionado a las ganadoras entre medio centenar de iniciativas empresariales que se presentaron a la convocatoria. Las condiciones para optar a esta subvención las de haber realizado inversiones para la fabricación de productos higiénico-sanitarios, equipos de protección personal y dispositivos considerados de emergencia por el Ejecutivo en relación a la pandemia. Los fondos rozan los 11 millones de euros y los importes oscilan entre los 14.880 y 500.000 euros.
De las 17 empresas que han obtenido la subvención cinco se localizan en la provincia de Valencia, dos en la de Barcelona y el resto en las provincias de Albacete, Alicante, Vizcaya, Ciudad Real, Córdoba, Jaén, La Rioja, Segovia y Zaragoza. La firma que más se va a beneficiar de esto es Sesderma S.L, un laboratorio dedicado a la fabricación de perfumes y cosméticos que se encuentra en la localidad valenciana de Rafaelbuñol. El importe a recibir será de 500.000 euros, el 72,2% del presupuesto financiable. En un segundo lugar se encuentran las empresas Efficold, que pertenece a Onnera Group con sede en Lucena (Córdoba) y Diseños y Aplicaciones del No Tejido, en Alcalá del Real (Jaén). El resto de afortunados las entidades Calzados Hergar (Arnedo, La Rioja), Drylock Technologies SL (Hontoria, Segovia), Confecciones Domínguez e Hijos SL (Malagón, Ciudad Real), Zahonero SLU (Elda, Alicante), Oiarso Sociedad Cooperativa (Hernani, Gizpuzkoa), Cintería Hispano Italo Americana SA (Sallent, Barcelona), Pielcu SL (Albacete), Confecciones Gari Gimeno SL (L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona), Nueva Sibol SLU (Zamudio, Bizkaia) y Desarrollo e Innovación Médica Aragonesa SL (Calatayud, Zaragoza).
Sin embargo, el Gobierno no solo se ha detenido en la fabricación de mascarillas ya que, entre las demás iniciativas empresariales que se verán compensadas, se encuentran algunos proyectos relativos a la fabricación de gel hidroalcohólico, un esencial en la vida diaria post covid.