Jamón ibérico: cómo saber si de verdad es de calidad

Las autoridades no se cansan de repetirnos que esta Navidad no será igual que las anteriores. Obviamente, la situación epidemiológica de España hace que estas fiestas vayan a ser distintas en muchos aspectos, sobre todo los relacionados con las reuniones familiares, el contacto social o las celebraciones, cuyo aforo será muy limitado. También habrá muchos inconvenientes a la hora de desplazarse, pero afortunadamente hay un aspecto que no tiene por qué cambiar y es el del menú navideño, y en concreto el de la tradición de consumir un buen jamón ibérico.

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La raza del cerdo

Una de las cosas que más influyen en la calidad del jamón es la raza del cerdo. Aunque en España hay varias razas de ganado porcino, podemos hablar de dos grandes tipos para la elaboración del jamón. Por una parte nos encontramos con los cerdos de raza blanca, que son los que tienen una piel más clara o rosada y son de gran tamaño. Precisamente este tamaño hace que se amorticen mucho más, y las piezas de jamón sean más grandes también, pero su jamón es de peor calidad. Por otra parte, nos encontramos con los cerdos ibéricos, que son más pequeños y tienen la piel más oscura. Esta raza es originaria de la península ibérica y obviamente de ella extraemos nuestro jamón ibérico, que es bien conocida por su sabor y calidad extraordinarios.