El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado este domingo que «las tensiones» por flujos de inmigrantes irregulares «van a ser muchísimo más grandes» como consecuencia de la «miseria y la falta de empleo y de oportunidades» que la pandemia de Covid-19 está causando en África y en ese contexto ha querido lanzar un mensaje de contundencia y rechazo a las mafias que trafican con seres humanos.
En una rueda de prensa convocada con motivo de la Cumbre del G20, Sánchez ha afirmado hay que «activar políticas de solidaridad en todo el país» pero también «políticas de repatriación» porque para ser «contundente» con las mafias quiere dejar claro que está a favor de las migraciones legales pero que va a combatir la migración irregular.
DEVOLUCIONES
«Incluso en el caso de llegar a Canarias, esas personas van a ser repatriadas a los países con los que tenemos convenios», ha dicho, y ha señalado una y otra vez que «España no va a permitir el tráfico irregular de seres humanos».
El jefe del Ejecutivo no ha querido valorar que el presidente del PP, Pablo Casado, se haya desplazado a Canarias en plena crisis –«todo el respeto del mundo, faltaría más», ha dicho– y ha asegurado que el Gobierno está trabajando en afrontar este «desafío» que, ha recalcado, «no se resuelve en tres o cuatro días porque hay que ahormar y encajar muchas piezas.
Además, ha recalcado que la diferencia entre esta ‘crisis de los cayucos’ y la de 2006 es que ahora se produce en plena pandemia, lo que, además de complicar las repatriaciones por las restricciones de movilidad, alienta las salidas desde África subsahariana.
De hecho, ha señalado que Marruecos y otros países de tránsito también están sufriendo «presión migratoria» desde África subsahariana, que sufre el impacto del Covid no tanto por índices de contagio elevados sino por caídas del turismo, la actividad económica y las remesas que envían los emigrantes.
Además, ha señalado que el Gobierno lleva ya dos años afrontando este «desafío» y «consolidando una política migratoria» que incluye la interlocución con los países de origen y tránsito y en esa política ha enmarcado los viajes del ministro del Interior a Marruecos y de la ministra de Exteriores a Senegal.
En todo caso, cree que ese trabajo con los países de origen y tránsito hay que hacerlo también con los jóvenes que a través de los medios y las redes sociales «ven que en estos países van a poder estar mejor que en los suyos» pero «obvian el riesgo» que supone cruzar el mar: «Hablamos de los que llegan a Canarias, pero se nos olvida que muchos han muerto en el Atlántico», ha señalado.
«DARLES UNA ATENCIÓN DIGNA»
No obstante, ha apuntado que, además de combatir a las mafias que trafican con seres humanos, a las personas que llegan a Canarias o a otros territorios el Gobierno trata de «darles una atención lo más digna posible», y lo hacen los ministerios de Fomento, tratando de salvar vidas; de Inclusión o de Defensa que en «tiempo récord» ha habilitado espacios para «albergar a una ingente cantidad de migrantes».
Así, ha querido transmitir al Gobierno de Canarias y a los ciudadanos que el Gobierno central «empatiza y se corresponsabiliza», al tiempo que ha agradecido y destacado el «extraordinario ejercicio de solidaridad» de las autoridades insulares, en particular con los menores no acompañados.
Según su análisis, este es un desafío que se agrandará con la pandemia y el Gobierno va a afrontarlo desde todos los puntos de vista: de seguridad, humanitario y de «la convivencia que se necesita en todos los lugares donde están llegando de manera tan intensa».