El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha señalado este viernes que el traslado de los inmigrantes que han llegado masivamente en los últimos días a Canarias corresponde al Ministerio de Interior y ha señalado que la Península ya sufre cierta tensión migratoria.
En declaraciones a la Cadena Ser, el titular de Migraciones ha descartado que Canarias se pueda convertir en un nuevo Lesbos y ha reiterado que la mayoría de los migrantes que han llegado a las islas son personas que tienen que retornar a los países de origen en virtud de los acuerdos de retorno.
Así, ha argumentado que en Lesbos se trata de inmigrantes procedentes de países desestructurados o en guerra como es el caso de Libia, mientras que los llegados a Canarias son «retornables» y si no se hace en este momento es porque las fronteras «están cerradas» debido a la situación de la pandemia del Covid-19.
En cualquier caso, ha incidido en que «nueve de cada diez» inmigrantes que han llegado a Canarias «son retornables», no susceptibles de ayuda humanitaria», y ha recalcado que el Gobierno está trabajando con los países de origen con el objetivo de que se cumplan los acuerdos de repatriación.
En cuanto al posible trasladado a la Península, el ministro se ha limitado a enfatizar que ellos hacen propuestas pero que corresponde al Ministerio de Fernando Grande-Marlaska decidir sobre esta situación «y siempre con perfiles de personas vulnerables».
«A la Península también están llegando muchos inmigrantes por la ruta del Mar de Alborán, sobre todo argelinos, y por tanto se genera cierta tensión sobre el sistema de acogida que tenemos, con lo cual no tenemos la holgura que teníamos antes. Además, se está produciendo alguna derivación a la Península de personas que están en situación vulnerable y que reubicamos en función del sitio», ha argumentado.
Escrivá ha enfatizado que, en cualquier caso, los campamentos instalados son provisionales porque no se trata de un recurso «extendible» ni «sostenible en el tiempo». «Lo de montar un campamento es algo que hemos hecho un poco en el límite. Para evitar esa situación, hemos estirado al máximo», ha justificado el ministro, que ha indicado que el objetivo es que esas personas no queden «en el limbo».
Asimismo, ha indicado que en hoteles se ha llegado a alojar a 6.000 personas pero es un recurso «mucho más caro». El ministro ha incidido en que España ya ha solicitado ayuda financiera a la Unión Europea, más de 40 millones, que espera que se materialice en las próximas semanas.
Además, ha explicado, se destinarán fondos disponibles en el 2021 si se aprueban los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del Plan de Recuperación y Resilencia.
