La Real Academia Española (RAE) se ha puesto «a disposición» del Gobierno y del legislador para «prestar el asesoramiento que se considere necesario» durante la tramitación de la Ley Orgánica de Educación, conocida como ‘Ley Celaá’, «sin perjuicio del análisis crítico final que en su caso proceda».
La RAE ha aprobado en un pleno celebrado este jueves 19 de noviembre este comunicado, «dada la importancia que tiene para la nación española el español como lengua oficial, y los deberes de protección que la Constitución impone». La ‘Ley Celaá’ contempla la eliminación del castellano como lengua vehicular.
Pese a que la institución ha recordado que «carece de competencias» para pronunciarse sobre problemas de constitucionalidad, su «preocupación principal» durante la tramitación de esta ley es «que el futuro texto legal no ponga en cuestión el uso del español en ningún territorio del Estado ni promueva obstáculos para que los ciudadanos puedan ser educados en su lengua materna».
En este sentido, ha resaltado la importancia de que los ciudadanos puedan acceder a través de su lengua materna «a la ciencia, a la cultura, o, en general, a los múltiples desarrollos del pensamiento que implica la labor educativa.
Así, ha afirmado que sigue «atentamente» la deliberación que está teniendo lugar en el Congreso de los Diputados y continuará en el Senado sobre la nueva Ley Orgánica de Educación y, «en especial, los pormenores que conciernen al uso de la lengua española en los diversos niveles de enseñanza».
«La RAE confía en que el legislador no se desviará de la protección que el artículo 3 de la Constitución dispensa al español como lengua oficial del Estado que todos los españoles tienen el deber de conocer y el derecho de usar», ha añadido la institución.
«Formamos parte de una comunidad cultural que integran cerca de 600 millones de personas con capacidad para utilizar el español y más de 485 millones que lo tienen como lengua materna. Esta circunstancia convierte al español en un bien de valor incalculable, que es patrimonio común de las naciones y los pueblos que lo usan como lengua de comunicación y de enseñanza», ha destacado.
Por ello, la RAE entiende que esta situación «obliga a todos los Gobiernos, especialmente el de España, a garantizar su conocimiento y libre utilización». «En todo el universo hispanohablante se sigue con particular atención el trabajo que impulsa y lleva a cabo la Real Academia Española, con sus academias hermanas de todo el mundo, a favor de la unidad del español, de su cuidado y de su fortaleza», ha concluido.