sábado, 23 noviembre 2024

Así forzó Carmena la concesión de un edificio público a una asociación amiga del partido

  • Manuela Carmena necesitaba el apoyo de la asociación para ganar las elecciones municipales de 2019.
  • Se cometieron múltiples irregularidades para que a la Asociación de Vecinos Malasaña, Universidad y Centro se le concediese el inmueble.
  • Diáspora Ucraniana presentó un recurso de reposición y se admitió a trámite.
  • La exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena concedió el edificio público situado en el Distrito Centro llamado la Casa del Cura a la Asociación de Vecinos Malasaña, Universidad y Centro. Hasta ahí todo normal. No obstante, Carmena forzó la maquinaria para que esto se produjera ya que, como ha podido saber MONCLOA.COM, necesitaba el apoyo de la asociación para ganar las elecciones municipales de 2019. Estas fueron las irregularidades que se cometieron:

    La patada a los ucranianos

    Fue el 11 de abril de 2018 cuando se publicó la convocatoria por la que se ponía a disposición de las entidades ciudadanas el inmueble, situado en la céntrica Plaza Dos de Mayo número 1. En dicha convocatoria se estipulaba que los destinatarios a los que iba dirigida eran todas aquellas entidades ciudadanas o asociaciones legalmente constituidas e inscritas en el Registro de Entidades Ciudadanas del Ayuntamiento de Madrid que necesitasen disponer de un espacio donde desarrollar sus proyectos de interés público y social. ¿El plazo de presentación? Un mes, finalizando el proceso el 11 de mayo de 2018.

    Una de los colectivos que competía con la Asociación de Vecinos Malasaña, Universidad y Centro era la Asociación Diáspora Ucraniana. Es a finales de mayo de ese mismo año cuando se dan cuenta, revisando la documentación, de que esta última no está inscrita en el censo. No obstante, el artículo 68 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, de procedimiento administrativo común da un plazo de 10 días para subsanar el error de forma que, si pasado ese tiempo no se ha rectificado “se le tendrá por desistido de su petición”. Las bases de la convocatoria no se pronunciaban al respecto a los defectos de forma o fondo de las solicitudes por lo que, deberían haber recurrido a la legislación algo que obviaron por razones que a día de hoy se desconocen.

    La Asociación de Vecinos Malasaña, Universidad y Centro aportó la documentación referente a la inscripción en el registro el 24 de abril de 2018, es decir, 13 días después de la publicación de la convocatoria para la cesión de la Casa del Cura. Además, lo hicieron presentándose, no con el certificado de estar dados de alta en el Registro de Entidades del Ayuntamiento de Madrid, sino mediante un correo informativo en el que indicaban que estaban inscritos en el Registro, pero que dicho correo “no tenía validez como certificado, sino que era meramente informativo, teniendo que esperar a ser notificados por correo certificado en el domicilio aportado por dicha entidad”.

    Haciendo trampas

    No ocurrió lo mismo con la solicitud presentada por este grupo que, bajo la modalidad de autogestión presentó un proyecto denominado “Haciendo Barrio” compuesto por 37 asociaciones o plataformas vecinales, 26 de las cuales no estaban inscritas en el registro de entidades y, de ellas, 19 no estaban constituidas legalmente.

    Otra de las presuntas irregularidades llevadas a cabo fue la referida al punto 5.3 de las bases de la convocatoria en el que se establece que “durante el plazo de presentación de solicitudes, cualquiera de las entidades solicitantes podrá desistir de su solicitud y presentar una nueva, individualmente o en conjunto con otras entidades, incluyendo un proyecto nuevo”. La Asociación de Vecinos Malasaña, Universidad y Centro no solo presentó el cambio de modalidad el día 7 de agosto de 2018, fuera del plazo señalado, sino que además lo hicieron bajo el mismo proyecto inicial, cuando se presentaron como autogestión por varias entidades. En la solicitud de modalidad individual presentaron una distribución por plantas del edificio donde siguen incluyendo 16 asociaciones, el grueso de ellas no inscritas en el Registro. Esto fue lo que les llevó a cambiar el modelo de solicitud, junto con las actividades que desarrollaría cada una de ellas. Sin embargo, no presentaron las supuestas actividades que llevarían a cabo y aún así se les adjudicó la cesión.

    La reforma de la cocina, con el dinero de todos

    En esta distribución de plantas, concretamente en la cuarta, proyectaron habilitar una preinstalación para cocina con salida de humos, algo que hicieron sin respetar las bases de la convocatoria ya que, el punto 4.3 señala que “si se van a realizar obras en el bien objeto de la autorización o cesión deberá presentarse memoria de las mismas, con plano y presupuesto estimados”. La Asociación obvió la documentación del proyecto y, por supuesto, no la pagaron.

    Cursillos de barrio “deluxe”

    En el punto 6.2 de la convocatoria se estipulaba que las actividades desarrolladas por las entidades debían ser “abiertas, gratuitas e inclusivas”. Por su parte, Haciendo Barrio sí que exigía una retribución a cambio de las actividades que las asociaciones realizaban (10 a 12€). Además no eran inclusivas ya que estaban destinadas a un grupo muy reducido: el “Colectivo Teatro” o la “Asociación Deportiva y Cultural de Malasaña” dirigida solo a equipos de fútbol de la Asociación.

    El favorito de la jueza

    Uno de los criterios de adjudicación era el de la puntuación: un máximo de 20 puntos, divididos en cuatro apartados donde la valoración podía estar entre 0 y 5. Bien, uno de los puntos donde la Asociación de Vecinos de Malasaña, Universidad y Centro obtuvo más nota fue en lo referido al uso del espacio, que éste fuera compartido, siempre y cuando las actividades de las asociaciones fueran compatibles. ¿La “nota”? Un 4,86 frente al 2,79 que obtuvo otro de sus competidores. ¿Cómo puedo valorarse con una puntuación tan elevada a una asociación que subsanó el modelo bajo el que se presentaba para ser cedido a una entidad ciudadana? Si no se valoró finalmente su proyecto bajo espacio autogestionado por varias entidades, ¿cómo obtuvo una valoración tan alta por las actividades compatibles de las entidades solicitantes? Cuando esta asociación presentó su proyecto bajo el primer modelo, previamente subsanado, cada entidad se dedicaba a actividades que nada tenían que ver unas con otras.

    Se inadmite el proyecto

    Finalmente, el 5 de septiembre de 2018, se inadmite la propuesta de resolución para inadmitir el proyecto presentado por Diáspora Ucraniana, los cuales presentaron un recurso de reposición contra la decisión del órgano competente debido a las irregularidades del proceso. Este recurso fue admitido a trámite aunque en las bases de la convocatoria no viniese estipulado que se pudiese interponer dicho recurso contra la decisión de su exclusión. Para esto último sí que dejaron que se hiciese a tenor de lo expuesto en la Ley 39/2015 de procedimiento, mientras que previamente y obviando la misma ley, no les habían dejado subsanar su solicitud.