miércoles, 27 noviembre 2024

Champiñones: beneficios y receta en una sopa deliciosa

Con la llegada del otoño llega la temporada de setas, un alimento nutritivo, con escaso nivel calórico y muy saciante. Es decir, perfecto para una alimentación sana, y si además contiene elementos que ralentizan el envejecimiento, no se puede pedir más. Suponemos que no sabes cómo encontrarlas en el bosque y menos aún distinguir las comestibles de las que no lo son. Así que lo mejor es comprarlas y en este caso una variedad barata y muy demandada: los champiñones.

El chapiñón (Agaricus bisporus) es la seta más vendida y consumida, no sólo por lo que hemos apuntado, sino por su sabor y su versatilidad para incluirla en muchas recetas, o bien como producto principal o bien como acompañamiento. Luego veremos una receta deliciosa en forma de sopa, tan adecuado con la llegada del frío.

Los beneficios de los champiñones

Los champiñones, como la mayoría de sus hermanos hongos, tienen unos beneficios y bondades increíbles, lo que le convierte en un alimento perfecto. Son ricos en minerales como el selenio, magnesio, fósforo, yodo, calcio, zinc y potasio, vitaminas A, B1, B2, B5, B9, C, D y E proteína y fibra. Además, su escaso nivel calórico (26 kcal por cada 100 gramos) lo hacen ideal para cualquier dieta. Además, tiene un alto índice de agua y su nivel de fibra te ayudará al tránsito intestinal. No se puede pedir más.

El único inconveniente es tener mucho cuidado con que los champiñones estén en buen estado, porque fácilmente se estropean. ¿Cómo saber que están bien? Pues muy fácil: que huelan bien, que no tengan manchas negras y que no tengan apariencia de sequedad y arrugados. De todas formas siempre puedes comprarlos frescos y cocinarlos inmediatamente, para degustarlos en su plenitud de frescor y de sabor.

Cocinarlos de manera fácil y rica

Pero antes hay que saber cómo y dónde guardarlos, aunque insistimos en comerlos casi inmediatamente después de comprarlos. Los champiñones no deben guardarse nunca en el cajón de la verdura de la nevera, ya que esta parte del frigorífico está concebida para conservar la humedad de las verduras y esto es precisamente lo que debe evitarse en los champiñones. Una vez les hemos acomodado en otro espacio de nuestra nevera, hay que lavarlos con agua cuidadosamente y secarlos con una servilleta de papel para retirar el exceso de humedad.

Y ahora veamos cómo cocinarlos. También en este aspecto es uno de los alimentos más versátiles. Se puede consumir de muchas maneras: crudos en ensaladas, salteados con un poco de aceite de oliva y un toque de perejil, al vapor, a la plancha, en tortilla, en sopas, en cremas, como guarnición o como relleno de guisos de pescado y carne, mezclados en platos de pasta o de arroz o bien como complemento de otros vegetales o verduras. Tu imaginación es el límite, pero vamos a centrarnos e una no muy habitual.

Sopa de champiñones

Sopa de champiñones

Estos días ya fríos y lluviosos son perfectos para probar una receta de champiñones en sopa. Quizá no es el modo más habitual de cocinarlos, pero esta manera es fácil y rápida de hacer. Los ingredients que necesitas también son muy básicos y baratos: 500 gramos de champiñones, una cebolla, dos ajos, litro y medio de caldo de verduras casero, perejil, sal y pimienta. Si no quieres cocinar el caldo de verduras, siempre puedes comprarlo hecho, pero no es lo mismo.

La elaboración es muy sencilla: primero pocha los ajos y la cebolla cortados finamente. Luego agregamos los champiñones en dados y pochamos 10 minutos a fuego lento, salpimentando. A continuación agregamos el caldo de verduras y un poco de perejil. Dejamos cocer a fuego lento durante 20 minutos. Y un truco para que coja consistencia: cogemos un par de cucharadas de champiñones y caldo, pasándolo por la batidora. Agregamos esa pequeña crema a la sopa y le dará esa consistencia y textura especial. Y ya estaría listo. Una deliciosa sopa de champiñones nutritiva, reparadora, rica y que te hará entra en calor. No se puede pedir más por menos en tiempo y dinero.