Los movimientos del Gobierno de España no han sido especialmente eficientes a la hora de posicionar el país para recibir dosis de la primera vacuna contra el coronavirus que se apruebe. La carrera está siendo frenética y ya hay casi una decena de candidatos a vacuna que podrían estar listos en la primera mitad del 2021. Sin embargo, hay una, la desarrollada por Pfizer y BioNTech, que podría estar lista para finales de noviembre o principios de diciembre de este año, vamos, cuestión de semanas. Si los pronósticos de las biotecnológicas aciertan, esta vacuna alemana y estadounidense estará lista para distribuir de forma masiva en diciembre. La Comisión Europea ya ha firmado un preacuerdo por el que recibirían 200 millones de dosis más otros 100 prorrogables. Y es ahí donde España pillará cacho.
Desde septiembre, Pzifer y BioNTech han mantenido conversaciones preliminares con la Comisión Europea para llegar a un trato similar al que han llegado con AstraZeneca, otra de las biotecnológicas que con la Universidad de Oxford han desarrollado otro candidato a vacuna que previsiblemente se aprobará en enero, no mucho más tarde. Estas conversaciones de la UE están dando sus frutos y ya, con las dosis a las que podría tener acceso por parte de las empresas alemanas y la inglesa podrían juntarse con hasta 600 millones de dosis de los cuales España obtendría una pequeña parte que serviría para iniciar esas campañas de vacunación que según el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tardarán en ser efectivas seis meses.
«Las entregas comenzarían a fines de 2020, sujetas al éxito clínico y la autorización regulatoria», señalaban desde Pfizer. Evidentemente, Alemania será el primer país en recibirlas, pero por el mero hecho de pertenecer a la UE y tener un peso económico importante en la misma tendrá acceso prioritario a la solución a una pandemia que ha puesto en jaque a todo el planeta.
«Las nuevas vacunas podrían estar listas para ese momento (cuando cae el estado de alarma aprobado por Sánchez, el 9 de mayo de 2021), acompañado del cambio de estación. Estoy convencido de que eso nos ayudará a recuperar progresivamente esa ansiada normalidad por parte del conjunto de ciudadanos y ciudadanas», ha comentado el presidente. «Tenemos seis meses por delante en los que necesitamos la misma disciplina colectiva que mostramos durante la primera ola», ha comentado Sánchez.
El plan del Gobierno es el mismo que el de otros grandes países. Primero se vacunará a la población de riesgo y a aquellos colectivos laborales que estén más expuestos al coronavirus, como por ejemplo los sanitarios. De ahí, se llevará la cura a la población progresivamente. El gran problema que afronta el Gobierno es cómo convencer a la ciudadanía de que la vacuna es segura, pues un alto porcentaje (32%, según una encuesta del Ministerio de Ciencia y Tecnología que dirige el astronauta Pedro Duque) de la población rechazaría ponérsela en caso de que ya estuviera disponible. Y sin esto, no habrá inmunidad de grupo que valga.
La idea que ha deslizado Sánchez no es que la vacuna esté disponible en seis meses, sino que la vacunación masiva para volver a la normalidad podrá ser dentro de ese tiempo. Lo que sí es cierto es que los acuerdos previos entre la UE y las biotecnológicas europeas dejan claro que España estará entre los primeros en el reparto de la vacuna. Y si quien se adelanta es Moderna, la farmacéutica norteamericana, nuestro país también estará en una posición de privilegio, pues será Rovi, una empresa española la que acabará las dosis en los laboratorios españoles, por lo que de rebote, España vuelve a estar an una buena posición para optar a la cura de esta pandemia.