Marruecos parece utilizar la inmigración como arma arrojadiza y diplomática. Según el periodo, el flujo de pateras en el mar se ha controlado más o menos. Pero ahora España afronta una situación crítica (especialmente Canarias) después de que hayan llegado miles de personas indocumentadas a nuestras costas. Al parecer, la excusa que emplea con recurrencia el país africano es que no tienen recursos suficientes para controlar las oleadas de migrantes que buscan cruzar sus fronteras. Quizás por eso Marruecos ha sido capaz de presionar al Gobierno de España para que se gaste más de ocho millones de euros en comprar 130 vehículos «para apoyar al Ministerio del Interior del Reino de Marruecos en el marco del proyecto “Apoyo a la gestión integrada de fronteras y de la migración en Marruecos”. No son coches baratos, pues cada vehículo que acabará en el país magrebí costará a los españoles nada menos que 66.000 euros. Y se los gastará en plena pandemia.
El contrato lo firma la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas, F.S.P., » una entidad del sector público fundacional estatal, con personalidad jurídica propia y plena capacidad de obrar». Y tanto, pues parece que la respuesta a controlar la inmigración sale de las arcas públicas españolas (otra vez) para acabar en los bolsillos de las entidades públicas marroquíes. El presupuesto base de licitación del contrato del Gobierno «asciende a 7.150.000,00 € (sin IVA), 8.651.500,00 € (con IVA). No es la primera vez que el Gobierno de España se gasta grandes cantidades de dinero público en controlar la inmigración a base de cheque que acaba en los servicios estatales de Marruecos.
Lo más curioso es que este dinero es una subvención procedente de la UE destinada a España que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido reorientar a este fin. En cualquier caso, el parque móvil del ministerio de Interior marroquí aumentará en hasta 130 vehículos preparados para el desierto, algo que especifican en el pliego del contrato.
Desde luego, el modelo no deja indiferente. Que haya costado más de 60.000 euros cada coche deja claro que los modelos son premium. Las exigencias de Marruecos, que han sido plenamente satisfechas, no han dejado indiferente a nadie, pues cada vehículo tenía que ser un 4×4 con un mínimo de 170 CV con un mínimo de cuatro cilindros con una capacidad de 3.000 centímetros cúbicos. Vamos, un todoterreno con todo lujo de detalles. Coches para el desierto y para que el Ministerio de Interior de Marruecos controle la inmigración que tanto afecta a España. Ah, y también detallan que la suspensión debe estar «fortalecida».
El problema de la inmigración en Europa es una realidad que afecta especialmente a tres países. España es una de esas tres naciones que se han convertido en la puerta de entrada de los inmigrantes africanos. Y con esta realidad, Marruecos ha sido capaz de hacer caja con el control del grifo. Si no hay dinero europeo, se abre la llave y se permite el flujo, y si no, se cierra. Es por eso que parece que una pequeña parte de los fondos europeos parece responder a este problema de forma conjunta y la Comisión ve con buenos ojos destinar dinero (o permite que se destine) a controlar el flujo, pues no solo afecta a España, también es un problema de la UE.
Canarias, sin ir más lejos, se ha convertido en el epicentro de la inmigración este 2020. Pequeños municipios de las islas han recibido una cantidad de inmigrantes importante que ya se cuentan por miles que ha obligado a los gobiernos locales a pedir ayuda al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, y exigirle que se trasladen a la península y que destinen más dinero para el problema.