Los fumadores se enfrentan a un riesgo de muerte prematura por enfermedad cardiovascular casi tres veces superior al de las personas que nunca han fumado, y el riesgo es mayor entre los que empezaron a fumar durante la infancia, según una nueva investigación publicada en la revista ‘Journal of the American Heart Association’, editada por la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés).
Investigaciones anteriores en Cuba encontraron una correlación entre el tabaquismo infantil y un mayor riesgo de muerte prematura en general. En este nuevo estudio, los investigadores se propusieron determinar si los hallazgos eran generalizables en otras poblaciones realizando un análisis similar de los datos de Estados Unidos centrados en la muerte por enfermedad cardiovascular.
«Fue sorprendente ver cuán coherentes eran estos hallazgos con nuestra investigación anterior y con otros estudios de todo el mundo, incluidos los de Reino Unido, Australia y Japón, entre otros, tanto en términos de los riesgos sustanciales asociados con el tabaquismo como con los beneficios para la salud de dejar de fumar», explica el autor principal del estudio, Blake Thomson, epidemiólogo de la Universidad de Oxford (Reino Unido).
La edad en la que una persona comienza a fumar es un factor importante y a menudo pasado por alto, y los que empiezan a fumar a una edad temprana tienen un riesgo especialmente alto de morir prematuramente por enfermedad cardiovascular. Sin embargo, dejar de fumar puede reducir sustancialmente ese riesgo, especialmente para los que dejan de fumar a una edad temprana. Lograr que las personas dejen de fumar sigue siendo una de las mayores prioridades de salud a nivel mundial.
Utilizando los datos recogidos entre 1997 y 2014 de la Encuesta Nacional de Salud anual de Estados Unidos, los investigadores examinaron los historiales médicos, los hábitos de estilo de vida y la demografía de los fumadores y no fumadores. En el estudio participaron 390.929 adultos de 25 a 74 años de edad (edad media de 47 años), de los cuales el 56 por ciento eran mujeres. Los fumadores ocasionales fueron excluidos del estudio. Los fumadores actuales fueron agrupados por la edad en que comenzaron a fumar.
Durante el período de seguimiento, 4.479 personas murieron antes de los 75 años de edad por enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular. Después de ajustar las variables de confusión potenciales, como la edad, la educación, el consumo de alcohol, la región y la raza, los investigadores encontraron que entre los fumadores actuales, el 2 por ciento había empezado a fumar antes de los 10 años, y el 19 por ciento empezó a fumar entre los 10 y los 14 años.
Los que dejaron de fumar a los 40 años redujeron su exceso de riesgo de muerte prematura por enfermedades cardiovasculares en un 90 por ciento. Dejar de fumar a cualquier edad ofrecía beneficios, y cuanto antes se dejara de fumar, mejor, según los hallazgos.
El análisis encontró que cuando se comparan con compañeros que nunca han fumado los fumadores que dejaron de fumar entre los 15 y los 34 años tenían casi el mismo riesgo de morir de una enfermedad cardíaca o de un accidente cerebrovascular; los que dejaron de fumar entre 35 y 44 años tenían un riesgo 20 por ciento mayor; los que dejaron de fumar entre 45 y 54 años tenían un 60 por ciento más de riesgo; los que lo dejaron entre 55 y 64 años tenían un riesgo 70 por ciento mayor de morir por enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular; y los fumadores actuales tenían casi tres veces más riesgo de morir prematuramente por enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular.