El Ministerio de Igualdad, capitaneado por Irene Montero, ha publicado un nuevo informe en el que asegura que el rosa es “un color que oprime y reprime a las niñas” cuando se emplea en juguetes. El estudio, titulado Publicidad y campañas navideñas de juguetes: ¿promoción de ruptura de estereotipos y roles de género? y publicado por el Instituto de la Mujer, se centra en analizar el marketing que rodea a los juguetes desde una perspectiva de género. “Hemos llegado a este extremo por una absurda imposición urdida desde el márketing de género en una época en la que la industria no tenía en cuenta a las personas y al medioambiente” critica el documento. “La diferenciación y opresión del color sobre las niñas es una constante”.
A lo largo de sus casi 200 páginas hace un recorrido por la industria y afirma que “Las navidades son un momento esperado en el que las niñas y niños comienzan a ilusionarse y fantasear con los regalos que van a recibir» y la juguetería es un sector en el que existen “muchas imágenes estereotipadas”. El informe defiende que existe una opresión del color rosa sobre las niñas: «Merece una conclusión propia la problemática del color rosa, un color que oprime y reprime a las niñas como se aprecia en muchos anuncios y catálogos, pero que en el punto de venta adquiere gran fuerza al crear el color predominante en la campaña de juguetes».
Sostiene que el 47% de los juguetes anuncios por niñas son de color rosa, subrayando que “esta discriminación sexista abarca múltiples perspectivas multiplicando su efecto negativo al incidir en muchos ámbitos de la vida de las niñas que las mediatiza con su discurso reiterativo”. Además, para el Instituto de la Mujer, los anuncios pueden hacer entender a las niñas “que no pueden ser ni aventureras, ni luchadoras, ni científicas al ser invisibilizadas en su mención apelativa”.
Hacen referencia y se muestran muy duras con la diferenciación entre sexos que se produce a la hora de anunciar disfraces: “continúan mostrando roles y estereotipos muy marcados para niñas y niños, con pocas excepciones: princesas para ellas, superhéroes para ellos”. “En el 11% de anuncios de juguetes, las niñas aparecen claramente sexualizadas, como se puso de manifiesto en el estudio sobre el tema que presentamos hace unos días”, se lee en el estudio.
También se hace referencia a la llamada “tasa rosa”, que afirma que los productos femeninos cuestan más que los masculinos: “el rosa es un color que justifica a menudo el encarecimiento del producto: aun no siendo mayoritario, se ha podido detectar que algunos juguetes cumplen esta pauta impuesta por el marketing de género: ‘si es de color rosa, pagas más'» sentencia tajante el informe.