La ministra de Igualdad, Irene Montero, prometía. Al menos entre las filas de la formación morada, donde muchos daban por hecho que sería la sustituta del vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. Sin embargo, desde que el presidente del Ejecutivo le regaló un ministerio inventado, su popularidad no ha hecho más que caer en picado. Recientemente, un estudio realizado por Sociométrica y publicado por El Español ha constatado lo que todos sospechaban: Irene Montero es la ministra peor valorada y quien trae más críticas y desgaste al partido. Y a raíz de esto no extraña escuchar entre las filas de Podemos a quienes no quieren verla como candidata a ser la candidata de la formación morada cuando Iglesias abandone el barco.
La nota que le da Sociométrica a Irene Montero es un 2,19 sobre 10. El 77,3% de los que han dado su opinión sobre la ministra en el sondeo han concedido su voto negativo, el restante el positivo. Pero esto no ha sorprendido a nadie, pues cada vez que la ministra ha abierto la boca ante los medios de comunicación, la formación morada ha sido objeto de muchas críticas que han venido por todos los lados. Incluidas del propio partido. Y no hay que olvidar que muy cerca de su nota están los otros ministros de Podemos.
Muy de cerca le sigue su pareja, Pablo Iglesias, quien recibe una nota de 2,56 con el 74,2% de votos en contra, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, con una nota de 2,66 y un porcentaje de votos negativos del 69,7%. Pero lo que es cierto es que Montero se ha convertido en el eslabón más débil del partido y en el ministerio más cuestionado por los españoles.
Montero solo ha dado dos golpes de efecto. La ley del aborto, que anunció a bombo y platillo justo el mismo día que el juez Manuel García Castellón pedía la imputación de Pablo Iglesias al Tribunal Supremo y la ley de igualdad salarial, ya impuesta en España desde 1980. Con estas dos noticias, Montero ha intentado corregir todas las críticas que ha recibido por haberse hecho, por ejemplo (y una de tantas), una serie de fotos para la revista Vanity Fair acompañadas de una entrevista donde los vestidos que llevaba bien podrían haber salido en un anuncio de Ferrero Rocher.
El ministerio de Igualdad no ha dado a Montero la fuerza que necesitaba para ser la candidata a sustituir al líder. Pierde apoyos dentro de la formación por segundos y los españoles ven su gestión como la peor de un Gobierno erosionado por la pandemia. Justo al contrario que el de Trabajo, dirigido por Yolanda Díaz, el cual sí que ha tenido protagonismo y sí que ha trasladado a los españoles la sensación de ser útil para la actividad laboral de España. Quizás por eso Yolanda Díaz es una de las ministras «mejor» valoradas con un 4,04% de nota y un 57,9% de votos negativos.
En las bases de Unidas Podemos hay debate. Nadie cuestiona al líder, pero sí que los porcentajes apoyan más a Díaz que a Montero. Irene se ha convertido en un problema para el partido por su cercanía a Iglesias y por sus declaraciones en la prensa. Que diga que la imputación de Montero sería un «escándalo internacional» solo le ha traído más críticas a Podemos. Más de las que ya tiene. Quizás por eso han preferido mantener a Montero en un segundo plano mientras el resto trabaja en sacar al país de la pandemia.
Pocos sospechaban que elegir un ministerio que a ella le hacía ilusión supondría su tumba política. O al menos es lo que especulan algunos de la formación morada y de la oposición. Lo que sí es cierto es que por el momento la presencia de montero no ha ayudado a Unidas Podemos ni al Gobierno. Y eso no suma en absoluto para presentarse a sustituir al frente del partido a su pareja sentimental. Vagos recuerdos llegan de líderes argentinos.