El Museu de Belles Arts de València ha adquirido el ‘Retrato de la tiple Isabel Brú’, que fue pintado por Joaquín Sorolla en 1904. La obra ha sido subastada por Christie’s-Nueva York por un importe de 60.000 dólares.
De esta manera, la pinacoteca aumenta la colección de retratos que tiene del pintor valenciano. El museo mostró su interés por «la alta calidad de ejecución de este óleo sobre lienzo y por las características peculiares de este retrato de cuerpo entero (193,1 x 96,5 cm) cuyo vestido de color azul y blanco recoge la esencia de las pinceladas luministas del pintor».
Según el director del Museo de Bellas Artes de València, Pablo González Tornel, «la obra reúne al Sorolla retratista y al Sorolla de la luz». «De ahí la importancia de este cuadro», añade.
González Tornel ha incidido en que Sorolla «fue uno de los mejores retratistas de su época y en este cuadro, en el que la cantante luce un vestido claro, juega con el reflejo de la luz como lo hace con sus característicos paisajes marinos».
También ha influido en la compra «la aplicación de criterios activos de género, que pretenden fomentar la presencia de las mujeres, pintadas y pintoras, en las salas del museo». «En este caso concreto, se trata de una mujer profesional independiente que se ganaba la vida con su trabajo de artista, una circunstancia que revaloriza esta obra de principios de siglo», ha explicado el director.
González Tornel ha destacado que «hace décadas que el museo no realizaba una compra internacional y que ha sido posible gracias a las gestiones y al respaldo económico de la Dirección General de Cultura y Patrimonio.
Isabel Brú (1874-1931) fue una conocida artista valenciana que desarrolló su trayectoria profesional en el género chico y la zarzuela, que adquirió fama y respeto en los escenarios hasta que, a los 33 años, decidió retirarse. Sorolla la pintó a los 30 años, cuando estaba en la cúspide de la fama mostrándola como la gran diva que era.
La artista luce un vestido de seda color aguamarina y encaje blanco, un surtido de brillantes anillos en la mano y pendientes de diamantes.
Al iluminar intensamente la imagen desde el lado izquierdo de la composición y agregando una larga cortina de oro oliva en el fondo a la derecha, Sorolla ha creado la impresión de que su modelo está en escenario, siendo aplaudida por sus muchos fans.
La calidez de su expresión facial, sus características bellamente capturadas y el halo de luz que Sorolla usa para rodear el rostro, retrata a Brú como una mujer a la altura de su profesión. A la muerte de la artista, el cuadro fue heredado por sus hermanas.
Un particular compró la pieza en 1940 y ha ido pasando por coleccionistas privados hasta hoy que ha sido comprado por el Museo de Bellas Artes de València. El cuadro está fechado y firmado, y ha sido publicado como autógrafo de Sorolla, entre otros, por Blanca Pons-Sorolla.
El Bellas Artes tiene 45 cuadros de Joaquín Sorolla, que se pueden contemplar en las salas de la Fase V. Sorolla es un gran retratista por la capacidad de capturar la semejanza física de sus modelos y el interior del personaje. Este retrato es el primero de tamaño natural de este pintor que adquiere el Museo y será expuesto en la colección permanente.