Una de las cosas que más nos gusta preparar o pedir para cenar es la pizza. Estamos acostumbrados a levantar el teléfono y llamar para que nos llegue a casa recién hecha. Sin embargo, con un poco de paciencia y mimo, podemos hacer la nuestra de forma casera sin necesidad de gastar más dinero del necesario. Es una receta sencilla, por lo que cualquiera puede llevarla a cabo.
Junto con la pasta, es uno de los tesoros más demandados de Italia y, ahora, del resto del mundo. Para darle un toque más especial y empezar con algo fácil, sobre todo si no eres demasiado adicto a los fogones, nada mejor que preparar una deliciosa cuatro quesos. ¡Su sabor te enamorará!
Si ya te han entrado ganas de mancharte un poco. Descubre cómo preparar una pizza cuatro quesos casera para chuparte los dedos.
3Consideraciones finales de la masa
Después de tenerla bien mezclada, debemos enharinar una superficie de nuestra cocina o un tapete antiadherente. Aquí es donde colocaremos la masa y empezaremos a amasar de forma cuidada pero con firmeza.
Una vez esté bien amasada, hacemos una bola con ella y la dejamos reposar en el bol. La podemos pintar con una pizca de aceite por encima y la tapamos bien con un film, dejándola descansar. El tiempo indicado variará entre media hora y una hora completa, según la temperatura del ambiente. El objetivo es que doble su volumen inicial.
Más tarde, la tenemos que dividir en dos partes, empezando con la mano a trabajar cada una de las bolas resultantes encima de la superficie anterior. Antes que nada, podemos estirarla con las manos, aunque luego es recomendable usar un rodillo de cocina. Así, iremos ajustando su grosor. De nuevo, la dejamos fermentar unos 30 minutos y podremos empezar a añadir los ingredientes.