La avena es uno de esos alimentos que con las nuevas olas dietéticas ha adquirido un estatus de casi adoración. Está de moda y en cualquier dieta aparece como agente para perder peso y beneficio para tu organismo. Sin embargo, como en muchos casos, no es oro todo lo que reluce y también, como en muchos casos, hay que moderar su consumo.
Antes de basar tu dieta en un alimento como la avena y ingerir con mucha frecuencia este alimento, hay que informarse de las dosis idóneas y si presenta efectos secundarios. Vamos con las certezas y lo que más leemos sobre la avena: es uno de los cereales cuyo consumo está mundialmente más extendido y diversas publicaciones científicas y divulgativas cuentan sus bondades demostradas, pero también tiene sus contraindicaciones.
Avena, sí, pero con moderación
El exceso de consumo de avena puede provocar en adultos cierta hinchazón gástrica. Pero, ojo, no es algo habitual y menos si cuando metes en tu dieta la avena haces antes un periodo de transición. No debes dejar de comer lo que comías y empezar a tomar mucha avena, sino ir introduciéndolo poco a poco. Y es que la fibra, según los expertos, hay que tomarla con moderación y hacerlo paulatinamente para no provocar esos problema intestinales.
¿Cómo se que está pasando eso? Pues el organismo te lo hará saber en forma de retortijones o flatulencias. Será el momento de disminuir su consumo o dejarlo durante un tiempo. Pero normalmente bastará con bajar la ingesta hasta el grado idóneo para cada caso. De cualquier forma, para eso está y es fundamental la participación de un experto en nutrición y dietética, además de tu médico habitual. Es importante acudir a tu facultativo si esos problemas gástricos han persistido o han sido fuertes, aunque sea poco probable. Con ese parón o descenso en el consumo tu flora bacteriana intestinal recuperará el equilibrio e irá asimilando paulatinamente la nueva composición de nutrientes que entran en la alimentación.
Cuestión genética
También puede ocurrir que el problema venga de una intolerancia. Entre las causas de la hinchazón de estómago no solamente está la inadaptación al exceso de fibra. A veces sucede por intolerancia a las prolaminas, las proteínas de la avena, o simplemente se trata de un efecto más del llamado trastorno crónico de dispepsia (la denominación técnica de las malas digestiones).
¿Hay alguna forma de minimizar esto? Pues tienes la opción del consumo de una avena que haya sido finamente molida y vaya mezclada con fermentos o enzimas digestivas. Otro método eficiente, para el caso de que el producto preferido sean los copos de avena, es ponerlos en agua la noche anterior para amortiguar la acidez de los granos y potenciar las enzimas, buscando así una digestión más liviana.