Resulta increíble como una verdura tan pequeña puede convertir una receta en algo tan picante como la guindilla. Y más cuando no deja de ser una variedad de pimiento. En América, de donde es originario, se conoce como chile, y está presente en su dieta desde hace más de 5.000 años. La capsaicina es la responsable de esa quemazón o dolor en la boca tan característica del picante, que frente a lo que muchos creen no se pasa con agua. De hecho, es todo lo contrario, el agua contribuye a que la sensación de “fuego” continúe y se acrecenté. Si necesitas frenar el exceso de picante, te recomendamos lo siguiente.
2Pan
Más que el pan, deberíamos decir que otra sustancia que combate muy bien el picante es el almidón, y por lo tanto todos los alimentos ricos en esta fécula lo son. El pan, lo es, pero también el arroz o la patata. De hecho, en la comida asiática es muy frecuente acompañar con arroz blanco la comida picante precisamente para tratar de aplacar el «dolor». Obviamente eso tiene que ser pensado con cierta antelación. Si no es así, seguro que al menos tienes a mano un poco de pan que te ayudará. Vete directamente a por la miga y verás como notas el alivio.