El ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha avanzado este lunes que será el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el que defienda la labor del Ejecutivo en la moción de censura de Vox, aunque ha señalado de que, en realidad, el verdadero debate que arrancará este miércoles en el Congreso es un «ajuste de cuentas entre la ultraderecha y la derecha».
Por ello, ha exigido al líder del PP, Pablo Casado, que defina ya su voto y opte por el ‘no’ y por dejar solo a Vox. De ser así, Ábalos cree que eso significará que «rompe» con la extrema derecha y que «abre un nuevo tiempo», que podría propiciar la de búsqueda de grandes acuerdos, por ejemplo, la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Sin embargo, ha avisado de que si finalmente se decanta por la abstención, habrá elegido ser «cómplice» de la ultraderecha, resignándose «a tener un papel absolutamente seguidista» y «renunciado a cualquier aspiración de liderazgo». «Ha caído en su propia trampa y no sabe cómo salir de ella», ha sentenciado Ábalos en rueda de prensa en Ferraz, tras la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal.
En este sentido, el ministro ha afirmado que «lo que se debate esta semana en el Congreso con ocasión de la moción de censura de Vox no es una moción de censura al uso». No va de exigir responsabilidades al Gobierno, ni de mostrar una alternativa a su gestión. Es sencillamente un ajuste de cuentas entre la ultraderecha y la derecha. Es si el hijo mata al padre, o si Saturno podrá devorar a su hijo, que tanto se le atraganta», ha explicado.
Aún así, ha dejado claro que el Gobierno se va a tomar muy en serio el debate, por respeto al instrumento constitucional que es la moción de censura. Por ello, preguntado sobre si será Sánchez el que se encargue, por parte del Gobierno, de intervenir para responder al candidato de Vox, Santiago Abascal, Ábalos ha afirmado que el jefe del Ejecutivo «por supuesto que va a ser el primero en respetar este procedimiento» que regula la Constitución, a pesar de que ya se sepa que será «una moción fallida».
Es más, el dirigente socialista ha señalado que será una «gran oportunidad» para confrontar la alternativa a la ultraderecha que representa, a su juicio, el que ha definido como un «gobierno democrático comprometido con la convivencia y la unidad de la patria».
«NO PUEDEN SER INDIFERENTES»
Al margen de la actitud que tomará el Gobierno, el ministro se ha centrado durante su comparecencia en apelar al PP para que defina ya su estrategia, deje de «deshojar la margarita» y aclare si va contribuir a aislar a la extrema derecha, como hacen otros partidos liberales conservadores en Europa, o va a «avalar» sus posiciones con una abstención.
«Indiferentes no puede ser, no les puede dar igual. Nos parece grave no dar una respuesta firme como haría cualquier otro partido en Europa contra al ultraderecha», ha enfatizado Ábalos, tras insistir en que el voto afirmativo y la abstención en este caso es lo mismo, a su juicio, e «igual de grave».
En este sentido, ha afirmado que «la abstención no deja de ser una respuesta acomplejada de quien no quiere romper sus vínculos con la extrema derecha, bien porque comparte su discurso, o bien porque sus gobiernos dependen del apoyo de Vox».
«Si se creyera todas las barbaridades que ha dicho contra el Gobierno no tendría más remedio que votar que sí, pero eso sería tanto como hacer seguidismo. La pregunta es si avalarán aunque sea con la abstención a quienes enarbolan el discurso del odio, y si se atreverán a romper el cordón umbilical que les une a ellos», ha insistido.
RENOVACIÓN DEL CGPJ
Por todo ello, le ha pedido a Casado que sea «valiente» y que le diga a los españoles «qué pueden esperar de él», también con vistas a las tareas que debería asumir el PP si quiere ser, según Ábalos, un partido de gobierno, como la renovación de CGPJ y otros órganos constitucionales.
A este respecto, ha señalado que lo que vote el PP va a definir cuál es su «posición estratégica» de ahora en adelante, porque se verá si «entienden que están llamados a tener otro papel» y no ir «a remolque» de la extrema derecha.
En el caso de que el PP vote ‘no’, Ábalos no se ha comprometido a que retirarán la polémica reforma que han impulsado el PSOE y Unidas Podemos para reformar el sistema de elección del CGPJ ante la negativa del PP a negociar. Para ello será necesario, según ha reiterado, que los ‘populares’ acepten sentarse a negociar con el Gobierno, sin poner condiciones que impliquen aislar a Unidas Podemos.
En todo caso, ha lamentado que en estos momentos el PP va en la dirección contraria. «El gran problema político de España es el desnortamiento del PP, que en lugar de cumplir su cometido histórico como partido de gobierno, y liderar una oposición constructiva, ha optado por comportarse como un partido antisistema que niega legitimidad del Gobierno», ha denunciado.