EH Bildu ha realizado una sorprendente propuesta con el potencial de poner en jaque la imagen de Felipe VI. El grupo independentista vasco registró el pasado 5 de octubre tres preguntas con las que intentaría abrir un debate de proporciones épicas sobre la Casa Real. Después de que unas pruebas de ADN confirmaran, con una similitud del 99%, que el hijo ilegítimo de Juan Carlos I, Albert Solà, es de hecho descendencia suya, el partido político vasco ha querido preguntar a la cámara baja sobre los derechos de sucesión al trono de Solà.
Este martes, la Mesa del Congreso ha denegado la propuesta de pregunta, achacando que «viola la cortesía parlamentaria». Por tanto, el Gobierno no tendrá por qué responder a las tres preguntas que quería hacer Bildu al respecto. Dado que Solà es mayor en edad que Felipe VI, Bildu argumentaría que podría ser él el legítimo heredero.
En concreto, las tres preguntas que el grupo registró eran, en referencia a los resultados pruebas de ADN: «¿Le consta al Gobierno esta información?», seguida de: «De ser ciertos estos hechos y teniendo el artículo 57.1 de la Constitución Española y que este señor nació antes que el actual monarca, ¿supondría que Albert Solà, es constitucionalmente, el jefe de Estado legítimo?«, y por último: «¿Supondría este hecho que se debe sustituir a Felipe VI por Albert I? ¿Cómo se debería dar ese proceso?».
El diputado Jon Iñarritu, quien presentó la solicitud de información, replica a través de Twitter: «Vetar siempre vetan las preguntas sobre la Casa Real, lo que es nuevo es que se inventen que es contraria a la debida cortesía parlamentaria. ¿En qué es contrario a la cortesía preguntar sobre una hipótesis constitucional?», cuestiona Iñarritu.
Las pruebas de ADN en que se basan estas preguntas se realizaron en 2007, por orden del CNI según el propio Solà, quien lleva años tratando de probar su relación familiar con Juan Carlos I. Sin embargo, en 2015, el Tribunal Supremo le dio carpetazo negando su demanda de paternidad.
QUIÉN ES ALBERT SOLÀ
Albert Solà Jiménez (64 años) es camarero, catalán, y creció en un hogar humilde. Solà decidió en 2019 hacer pública la información sobre la prueba de ADN que se realizó en 2007. Según él, tomó la decisión para adelantarse al excomisario Villarejo, que ha tenido acceso a la documentación y tendría la intención de publicarla.
Según Solà, fue el CNI quien encargó el test, que se realizó en un laboratorio de Lleida. El camarero relata que «fue a cambio de que yo grabara en vídeo mi renuncia a la corona española para siempre». Una vez conocidos los resultados, Solà dice que recibió una llamada: «Me dijeron ‘ya sabíamos que el rey es tu padre, pero ahora los análisis aportan una coincidencia del 99,9% entre ambos individuos examinados».
Debido a que el test de ADN de Juan Carlos I se realizó con un vaso, al no ser consensuado por el emérito, el Tribunal Supremo no aceptó las pruebas, esgrime Solà.