Aún no nos hemos sobrepuesto de la decisión que tomó el actual rey Felipe VI de renunciar a la herencia de su padre, el rey emérito Juan Carlos. Además, la decisión no quedaba solo hay, sino que también le quitaba la paga anual que le corresponde por sus servicios al Estado. Con la familia más desestructurada que nunca, es un buen momento para fijarnos en qué diferencias existen entre el reinado del padre y del hijo.
Aunque sean padre e hijo, eso no quiere decir que ambos piensen igual. Esto hace que tampoco actúen de la misma manera. Unos muchos más cercanos al emérito y otros que ofrecen su apoyo a la nueva forma de hacer las cosas de su hijo, lo cierto es que opiniones hay para todos los gustos. A pesar de ser tan cercanos en la familia, cada uno ha sabido ocupar su lugar como rey y resolver las cosas de forma distinta.
La Casa Real está en continuo movimiento y cada vez son más los escándalos que la sobrevuelan. Sí, son padre e hijo, pero así es el reinado de Felipe VI que lo diferencia de Juan Carlos.
4La reducción del gasto, entre sus objetivos principales
Si por algo se ha criticado a la Monarquía en los últimos años, es por la lujosa vida que siempre han llevado, muy alejados de la realidad del pueblo. El golpe definitivo fue la caza en Botsuana por parte del emérito Juan Carlos.
Mientras el rey participaba en la lujosa cacería, España vivía una de las peores crisis económicas de los últimos tiempos. Tal fue el escándalo que, no en vano, el rey decidió que era el momento de intentar salvar la imagen de la institución a través de la figura de su hijo, aún poco quemada en aquel momento.
Por eso, Felipe VI ha deseado, desde el año 2014, bajar el saldo negativo de la Casa Real. En poco tiempo, consiguió reducir el gasto, y mucho, con respecto al que llevaba a cabo su padre.