Aún no nos hemos sobrepuesto de la decisión que tomó el actual rey Felipe VI de renunciar a la herencia de su padre, el rey emérito Juan Carlos. Además, la decisión no quedaba solo hay, sino que también le quitaba la paga anual que le corresponde por sus servicios al Estado. Con la familia más desestructurada que nunca, es un buen momento para fijarnos en qué diferencias existen entre el reinado del padre y del hijo.
Aunque sean padre e hijo, eso no quiere decir que ambos piensen igual. Esto hace que tampoco actúen de la misma manera. Unos muchos más cercanos al emérito y otros que ofrecen su apoyo a la nueva forma de hacer las cosas de su hijo, lo cierto es que opiniones hay para todos los gustos. A pesar de ser tan cercanos en la familia, cada uno ha sabido ocupar su lugar como rey y resolver las cosas de forma distinta.
La Casa Real está en continuo movimiento y cada vez son más los escándalos que la sobrevuelan. Sí, son padre e hijo, pero así es el reinado de Felipe VI que lo diferencia de Juan Carlos.
3Juan Carlos, convertido en una carga
A Felipe VI lo de ser rey no le ha venido grande en ningún momento. Aunque han pasado pocos años desde que se puso al frente de la Corona, lo cierto es que ya ha tenido que vivir algunos momentos tensos como el 1 de octubre en Cataluña o la actual pandemia por el coronavirus.
Sin embargo, lo que parece que le queda más grande al monarca es la sombra de su padre, el rey Juan Carlos. Y no precisamente para bien. Si hubo algo con lo que su padre no tuvo nunca que lidiar fue con la figura de un emérito. Él, en cambio, sí.
Aunque pueda parecer que esto no tiene nada que ver con sus funciones, lo cierto es que sí se convierte en una responsabilidad para los dos reyes. No obstante, incluso más para Felipe, que se ve obligado a responder por el comportamiento de su padre.
