Los alimentos fermentados y probióticos han inundado las neveras de los supermercados y los de nuestras casas. Hasta hace poco eran unos grandes desconocidos y en la actualidad hay familias que no pueden vivir sin ellos. Uno de estos alimentos, novedosos que ya podemos considerar una tendencia gastronómica, es el kéfir. A caballo entre un yogur y una cuajada, el kéfir es un un probiótico con origen en el Cáucaso hace ya cientos de años. ¿Lo conoces? ¿Lo has probado? ¿Conoces sus beneficios? Si no es así, continúa leyendo.
3Cómo se conserva
Para hacerlo necesitamos madre de kéfir, y en realidad es más fácil realizarlo en casa que conservarlo. Debemos asegurarnos de que cada cierto tiempo lavamos bien el recipiente donde lo guardamos, y desechando los nódulos de kéfir que amarillean, pues no están en buen estado. Si queremos conservar la madre kéfir para futuras ocasiones debemos hacerlo sumergiéndolo en leche y dejándolo en el frigorífico. También es importante que vayas retirando los nódulos sobrantes, pues van creciendo y a veces se hacen excesivamente grandes. Ofréceselos a alguna amiga o familiar, pues los nódulos para hacer kéfir no están fácilmente disponibles.
