El mercado español de telecomunicaciones tiene más de 30 marcas de telefonía distintas a disposición de los clientes, aunque muchos operadores dependen de alguno de los cuatro más importantes que cubren todo el territorio nacional, abarcando más del 90% del negocio. Entre estos grandes se encuentran Movistar, Vodafone, Yoigo o MásMóvil. Este último ha crecido en los últimos años a un ritmo que ha hecho que los demás operadores se replanteen sus ofertas y su modelo de negocio.
El servicio más contratado es la fibra óptica que poco a poco está sustituyendo el ADSL. ES sin duda el sistema que mejor conexión a internet ofrece, y como su campo de cobertura está aumentando rápidamente, cada vez son más los hogares que pueden optar a este tipo de internet. La ventaja sobre el ADSL es que este último se puede ver afectado por la distancia hasta la central, así que la velocidad real a menudo es inferior a la contratada. Algo que no ocurre con la fibra óptica.
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Este es un punto a considerar dependiendo de las necesidades de cada uno. Las conexiones más lentas están entre los 50 y 100 mesas de velocidad, lo que puede ser más que suficiente en un hogar donde se le dé un uso básico a internet, o para ver contenidos en streaming. Si en el hogar conviven muchas personas o hay muchos dispositivos conectados, esa velocidad se quedará corta, y lo ideal sería contratar una modalidad de 300, 500 o 600 megas. Esto en lo relativo a la velocidad de descarga, pero también hay que tener en cuenta la de subida, que es importante para acciones como subir fotos, videos, enviar emails, actualizar webs o hacer copias de seguridad. ¿La mejor recomendación? Elegir conexiones simétricas.
