Todos conocemos a Pablo Motos por ser el conductor de uno de los programas que más está durando en la parrilla: El Hormiguero. Sin embargo, a pesar de destacar por su humor, también usa el espacio para arremeter contra temas escabrosos como la política o la sanidad. Además, también lo utiliza para confesar temas personales que no cuenta en ningún otro sitio. Un método de hablar abiertamente de su vida en su programa de más audiencia.
La reflexión con la que comenzaba uno de sus últimos programas hizo replantearse muchas cosas a los espectadores. Eso es lo que quería compartir con sus seguidores: «Quiero hablar de la frustración. ¿Os notáis más impacientes, más impulsivos, que os desanimáis enseguida? Es una sensación muy desagradable que se genera cuando hay distancia entre lo ideal y lo real, pero eso no significa que lo estéis haciendo bien. Hay muy poca distancia entre el éxito y el fracaso».
Después de esto, terminó contando las veces en las que su situación económica ha llegado a ser grave. Estas son las veces en las que Pablo Motos ha estado al borde de la ruina.
4Aprovechar las crisis, la clave del éxito
Con estos ejemplos, al que quiso añadir también el de Avon, que comenzó vendiendo libros por las casas, daba una lección sobre cómo se puede aprovechar un momento de crisis y convertirlo en una verdadera oportunidad de negocio.
A veces, para conseguir algo que nunca has logrado, tienes que cambiar y ser otra persona, algo que nunca has sido antes. Aunque no es sencillo, trabajando y confiando se puede conseguir casi todo. Para reforzar el discurso, Pablo Motos quiso lanzar algunas preguntas que deberían hacerse los empresarios: «¿Cuáles son mis fortalezas? ¿En qué soy fuerte yo o en qué es fuerte mi negocio?»
En resumen, quiso ser positivo y transmitir que, aprovechando las fortalezas, conseguiremos más dinero que intentando arreglar los puntos en los que somos más débiles. En definitiva, centrémonos en lo que somos buenos y no intentemos sobrevivir, sino alcanzar el éxito.