Desde que Felipe VI y Letizia Ortiz contrajeran matrimonio en el año 2004 se ha hablado mucho de las condiciones impuestas por la Casa Real que tuvo que aceptar la asturiana para casarse con el por entonces príncipe.
Entre ellas se encuentran todas las relativas a lo que ocurriría en el caso de que decidiesen poner fin a su matrimonio. En este sentido hay diferentes condicionantes que hacen que la reina consorte se lo pueda pensar más de una vez, si bien no es tan perjudicial como en principio parecía. Te contamos cómo sería su divorcio.
3FELIPE VI TIENE LA ÚLTIMA PALABRA
Un punto a tener muy en cuenta es que la de decisión de divorcio cae sobre Felipe VI, que es quién tiene la última palabra en estos casos. Esto se debe al artículo 56 de la Constitución Española, en el cual se recoge que «la persona del rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad«.
Teniendo esto presente, Letizia no tendría poder de decisión con respecto a su matrimonio. Es decir, si quisiera divorciarse de forma unilateral, no podría hacerlo, sino que tendría que llegar a un acuerdo con su marido.
Los tribunales no aceptarían ninguna demanda de divorcio proveniente de la Reina. Solo se escucharía lo que pudiera decir al respecto el jefe del Estado.