Las frutas son un alimento que no puede faltar en una dieta equilibrada, tal y como indican todos los organismos de salud. La recomendación es consumir al menos tres piezas al día de fruta fresca (no, no valen las conservas en almíbar), para obtener todos los nutrientes que necesita el cuerpo para una buena salud. A algunas personas les da un poco de pereza pero es importante superarla y adquirir el hábito. Es tan sencillo como dejarla troceada en la nevera, preparar macedonias o convertirla en nuestro postre o merienda habitual. Otra de las excusas frecuentes es que son demasiado ricas en azúcares como glucosa y fructosa, y por lo tanto pueden afectar a nuestro peso y hacernos engordar. Pero esto tiene bastante de mito.
3MELÓN
El melón es una fruta típica del verano, pero su temporada se puede prolongar algunos meses más y cada vez es más común encontrar melón hasta octubre o noviembre. Después de la sandía es la fruta que mayor porcentaje de agua contiene, exactamente un 92%. Existen un montón de variedades de melón, aunque las más comunes en España son el piel de sapo y el cantalupo. Tiene mucha vitamina C y folatos que refuerzan el sistema inmunológico. Es rico en minerales como calcio y potasio así que es bueno para los huesos y los músculos. El de la variedad cantalupo también contiene zeaxantina, una sustancia relacionada con la salud ocular. Las calorías por una porción de melón es de 54 kcal.