La cuarentena se ha juntado con el periodo de vacaciones y esto ha significado para muchas personas un aumento de peso no deseado. Llega septiembre, regresamos a nuestra rutina y descubrimos que los pantalones ya no nos entran. Es el momento de hacer algo. Actualmente existen una enorme cantidad de dietas diferentes, para todos los gustos y necesidades. Una de las más conocidas es la dieta de la limonada. Uno de sus puntos fuertes es que se dice que el zumo de limón podría tener beneficios muy interesantes para la salud, como estimular el metabolismo o quemar grasas.
Esta dieta también se conoce como ‘la cura del sirope de savia’, ya que este es otro de los ingredientes fundamentales. El objetivo principal de esta cura es desintoxicar el cuerpo, liberar toxinas y depósitos grasos, para purificar y regenerar el organismo. La pérdida de peso podría considerarse como un efecto secundario de este proceso de ‘desintoxicación’.
3PREPARARSE ANTES DE EMPEZAR
Antes de comenzar con la dieta de la limonada es importante preparar progresivamente el organismo, para que el cambio no sea tan brusco. También es una preparación psicológica para nosotros, al fin y al cabo la mayoría no estamos acostumbrados a ayunar y la primera vez puede costarnos un poco más. Esta preparación debería durar tres días y se dispondría de la siguiente manera:
- Día 1: Frutas y verduras frescas. 1/2 litro del zumo de sirope y limón.
- Día 2: Caldos de verduras, zumos de fruta y verdura y 3/4 de litro de preparado de sirope.
- Día 3: Zumo de pomelo o naranja y 1 litro de la limonada con sirope.
Una vez dentro del periodo de cura o desintoxicación, se recomienda tomar unos 2 litros de preparado al día. El limón y el sirope aportan los oligoelementos, glucosa y vitaminas que el cuerpo necesita durante el tiempo previsto de ayuno. La cayena aporta calor al cuerpo. Se puede combinar con infusiones (sin cafeína ni teína). Una vez que demos por finalizada la dieta de la limonada, repetiremos el proceso de transición de tres días pero a la inversa.
