Desde que en marzo se desatara la pandemia por el coronavirus, las mascarillas se han convertido en nuestro accesorio más indispensable. Ya son todo un icono unido a la COVID-19 y es que, gracias a ellas, podemos estar salvando vidas. Sin embargo, no todas son igual de efectivas ante la enfermedad, pues no cuentan con las mismas protecciones ni material filtrante, el único que puede detener la expansión del virus.
Las más extendidas son las quirúrgicas. Son las más económicas, las más accesibles y también, desde el fin del estado de alarma, las que más vemos en la calle. También es normal cruzarse con personas que prefieren usar su propia mascarilla realizada con tela e incluso con papel. Pero, ¿es esto realmente efectivo?
Para tener una visión más amplia sobre su usa, descubre las mascarillas que NO protegen contra el coronavirus.
4Mascarillas con filtro, no protegen a los demás
Seguro que también estás familiarizado con las mascarillas FFP. Es decir, aquellas que llevan un filtro de micropartículas capaz de impedir la circulación del virus de fuera hacia dentro. Estas sí protegen a uno mismo contra el coronavirus. Sin embargo, no a los demás, pues ayudan a expandir las gotas de quienes la llevan puesta.
Durante la pandemia, se las ha declarado como «egoístas», pues solo se ocupan de proteger a una persona y no al resto. Por eso, su uso en la calle es muy escaso. Según la eficacia de su filtro, podemos encontrar tres tipos de elementos.
En primer lugar, las FFP1, que son capaces de filtrar el 78% del aire. En segundo lugar, las FFP2, que filtran el 92%. Y, por último, las FFP3, con una eficacia del 98%. No obstante, su uso no se permite, ya que escasean incluso para el personal sanitario, el más expuesto ante los riesgos de la COVID-19.