Desde que en marzo se desatara la pandemia por el coronavirus, las mascarillas se han convertido en nuestro accesorio más indispensable. Ya son todo un icono unido a la COVID-19 y es que, gracias a ellas, podemos estar salvando vidas. Sin embargo, no todas son igual de efectivas ante la enfermedad, pues no cuentan con las mismas protecciones ni material filtrante, el único que puede detener la expansión del virus.
Las más extendidas son las quirúrgicas. Son las más económicas, las más accesibles y también, desde el fin del estado de alarma, las que más vemos en la calle. También es normal cruzarse con personas que prefieren usar su propia mascarilla realizada con tela e incluso con papel. Pero, ¿es esto realmente efectivo?
Para tener una visión más amplia sobre su usa, descubre las mascarillas que NO protegen contra el coronavirus.
2Mascarillas quirúrgicas, protegen de dentro hacia afuera
El verdadero icono de la pandemia son las mascarillas quirúrgicas. De hecho, su venta se ha disparado más de un diez mil por ciento con respecto al año pasado. Al principio eran complicadas de conseguir, aunque parece que la cosa se va normalizando. Y es que son unas de las más efectivas para no ir expandiendo las gotas hacia afuera.
Están realizadas con sustancias de polipropileno o de celulosa y hay que usarlas tapando nariz y boca. Es una mascarilla de papel que suele constar de tres capas, aunque a veces tiene una de material plástico, lo que minimiza aún más el que salgan las gotas. Son efectivas porque sí son una barrera para las gotas de saliva que pueden salir de nuestra boca cuando hablamos, tosemos o estornudamos.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que tan solo evitan que estas salgan al exterior. Es decir, su diseño no contempla el que protejan de fuera hacia dentro, sino al contrario. No nos protegen a nosotros de las gotas de los demás, sino a los demás de las nuestras. Por eso debemos llevarlas todos.