El Ministerio de Cultura y Deportes ha prorrogado hasta el 31 enero de 2021 el plazo para considerar estreno comercial de una película cinematográfica el realizado a través de servicios de comunicación audiovisual televisiva, así como de servicios de comunicación electrónica que difundan canales de televisión o de servicios de catálogos de programas, según publica este lunes el Boletín Oficial del Estado (BOE).
La ampliación del plazo se adopta dentro de las medidas de apoyo a la cinematografía y a las artes visuales adoptadas para hacer frente al impacto económico y social del COVID-2019.
Según la orden ministerial, cuando se realice el estreno a través de alguno de estos servicios, no serán exigibles a las películas que hayan sido beneficiarias de ayudas otorgadas por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales las obligaciones respecto a las ayudas generales para la producción de largometrajes.
El decreto aprobado el 5 de mayo por el Gobierno adaptaba transitoriamente la definición de ‘estreno comercial’ de las películas hasta el 31 de agosto de 2020 y que ahora se extenderá hasta el 31 de enero.
El objetivo de esta medida es evitar que la ralentización económica derivada de una situación coyuntural como la actual tenga un impacto de carácter estructural que lastre la recuperación económica de algunas empresas de producción audiovisual. Según la orden que publica el BOE, al proporcionar una opción alternativa de ‘estreno comercial’ de las películas durante un periodo de tiempo determinado, las empresas pueden reducir la incertidumbre y tomar las decisiones «más convenientes de acuerdo al desarrollo de la situación de la exhibición, las posibilidades de lanzamiento de las películas y su llegada al público al que va dirigido».
Asimismo, prevé la posibilidad de que se amplíe ese plazo cuando por causas derivadas de las medidas sanitarias o de contención adoptadas, persistan en la fecha indicada limitaciones en el normal funcionamiento de la exhibición cinematográfica.
El Ministerio justifica la decisión en la situación actual en la que el número de salas de exhibición que han decidido abrir al público no es total, persisten las limitaciones de los aforos, al tiempo que se aprecia una caída de la demanda por una posible resistencia de los espectadores a la asistencia a las salas, ocasionada tanto por la incertidumbre sanitaria existente y la proliferación de los rebrotes de contagios en todo el territorio del país como por la reducción en la oferta de estrenos de películas.
A ello hay que sumar la estrategia de distribución internacional de las películas que se realiza de manera global. En este momento los estrenos de películas estadounidenses en España se están demorando hasta encontrar un momento más favorable; lo que a su vez afecta a la distribución nacional, que se ve condicionada por los calendarios de estrenos de las grandes producciones que, de manera generalizada, conllevan una mayor afluencia de público a las salas.