Cuando hablamos de Madrid, muchos son los secretos que podemos encontrar en el interior de los límites de la ciudad. Cuenta con una historia de siglos, por lo que es normal que aún no sepamos todo lo que ocurrió allí, incluso aunque seamos locales y nacidos en el lugar. Seguro que esta curiosidad te llama la atención: uno de sus parques más importantes, fue en su día el principal vertedero de la ciudad.
Hoy en día es uno de los refugios verdes más conocidos y cuidados de la capital. Pero no siempre fue así. Cuando paseamos entre sus árboles y rincones, poco podemos imaginar que lo estamos haciendo sobre un antiguo y gran vertedero restaurado. Como pista, te diremos que guarda en su interior una colorida rosaleda, que está calificada como la más grande de la ciudad.
¿Sabes a cuál nos referimos? Descubre cómo se transformó un vertedero en uno de los parques más bonitos de Madrid.
2El proceso de transformación
Montañas de residuos y escombros se agolpaban en el vertedero por aquella época. Pocos podían imaginar cómo finalizarían las obras y convertirían ese lugar en uno repleto de jardines. Pero así fue. El proyecto era crear un bonito jardín de estilo inglés que contara con poco más de 37 hectáreas. Esto es menos de lo que ocupa en la actualidad, que son casi 90.
Aunque todos cogieron el proyecto con ganas, lo cierto es que los trabajos fueron algo más lentos de lo que se tenía previsto. La razón fue doble. En primer lugar, destacaba la falta de financiación. En segundo, la inestabilidad del terreno, que no contaba con la firmeza suficiente para poder construir de nuevo. Esto se debía a su pasado como vertedero.
Tras 12 años de incansable trabajo, se concluyó la primera fase de las obras. Así, se inauguró, por fin, el primer parque de Madrid, denominado como Parque del Oeste debido a su situación geográfica. El espacio verde pretendía oxigenar la ciudad y facilitarles la vida a sus habitantes. Hoy en día, no se nos ha olvidado el secreto de sus orígenes.