Definitivamente, las frutas del verano por excelencia son los melones y las sandías, porque aunque sean muy diferentes en apariencia, tienen muchos puntos en común. Dos frutas muy fresquitas y que se se pueden tomar a cualquier hora del día, y que más allá de su sabor y la que te guste más, debes saber algunas características que las definen y que, quizás, te hagan cambiar de decisión a la hora de tomar una u otra para siempre.
¿Cuál es la diferencia entre melón y sandía? Os contamos sus propiedades, las distintas variedades y los valores nutricionales de cada una de ellas, para que elijas con conciencia aquella que te venga mejor, desde Moncloa.com.
5Los valores nutricionales de ambas: la decisión final
El melón y la sandía comparten muchos valores nutricionales. Ambas son bajas en calorías, en azúcar y son ricas en vitaminas, principalmente A, B y C. Y mientras que el melón es una fruta compuesta en un 90% de agua, y aporta un poco de azúcar (6%) y proteínas (menos del 1%), también contiene fibras, como muchas frutas, y es baja en grasas y calorías. La sandía por su parte, contiene 0,6 gramos de proteínas, 7,6 g de carbohidratos y 0,2 g de grasa.
El melón se suele preparar de forma muy sencilla, a menudo se toma en
crudo o en ensalada con jamón, mozzarella o solo y la sandía la podemos tomar también como entrante o postre, y se consume normalmente cruda, en finas rodajas sin semillas, pero también se puede comer en macedonia o sorbete. ¡Tú decides!
