Los últimos escándalos del emérito han hecho que Juan Carlos se haya visto obligado a abandonar España. Letizia, por su parte, es una de las figuras más críticas con el padre de Felipe VI en el seno de la Casa Real. Y no es para menos. La relación entre nuera y suegro nunca ha sido un camino de rosas. Sin embargo, después de los últimos acontecimientos, todo ha ido a peor.
A pesar de que parece que el emérito se ha exiliado por obligación, lo cierto es que, dentro de la Casa del Rey, se apuesta más por una especie de vacaciones. Parece que es muy probable que en el mes de septiembre Juan Carlos vuelva al país, cosa que su nuera no aguantaría, pues no soporta más presión hacia el trono de su marido y su hija.
Sea como fuere, lo cierto es que las relaciones en Zarzuela están más tensas que nunca. Letizia no perdona al emérito: Esta es la venganza que prepara la Reina.
4Corinna, la gota que colmó el vaso
La historia, no obstante, no es nueva. Desde que puso un pie en Zarzuela, ha sido marcada como una mujer calculadora, fría y altiva. Esa es la imagen que tiene de Letizia prácticamente todo el mundo.
Sin embargo, ella cree que nadie se ha parado a pensar en lo duro que fue introducirse en unas costumbres tan tradicionales y exponerse al público de esa manera. La realidad era desconocida, tanto para ella como para todo el mundo, pero poco a poco todo se va descubriendo.
Con el paso de los años, vamos conociendo, en pequeñas dosis, que la familia, de real, parece tener poco. Más bien podríamos hablar más de un núcleo desestructurado en el que nadie sabe muy bien qué hacer para solucionar los problemas tan profundos que arrastran. Y entonces llegó Corinna, que fue la gota que colmó el vaso para los Príncipes de cara a la opinión pública.