La pizza es una versátil receta donde casi cualquier ingrediente vale. Y lo cierto es que nos vale para tomar a cualquier hora y le vale a todo el mundo por, como hemos dicho, su gran versatilidad. Se trata de una base de pan de forma circular donde se coloca normalmente una base de tomate frito o natural y, a partir de ahí todos los ingredientes que le queramos echar.
Casi todo el mundo ama la pizza tradicional hecha a mano, pero no hay nada como la corteza crujiente de una pizza hecha en la sartén, porque las recetas hechas en sartenes de hierro fundido son, casi, las mejores sobretodo para aquellos que aman una corteza gruesa y crujiente, dorada en el fondo, pero hinchada y suavecita debajo de las capas de la salsa de tomate y la mozzarella.
Y hoy os hablamos desde Moncloa.com cómo hacer una pizza a la sartén para no sufrir el calor del horno.
4La masa perfecta moldeada en nuestra sartén
Después de 2 horas, la masa debería estar llenando el molde hasta los bordes. Use las yemas de los dedos para presionarlo hasta que se llene en cada esquina, haciendo estallar cualquier burbuja grande que aparezca. Levanta un borde de la masa para dejar escapar las burbujas de aire que se queden por debajo, y luego repite, moviendo alrededor de la masa hasta que no queden burbujas de aire debajo y la masa esté uniformemente distribuida alrededor de la sartén.