La pizza es una versátil receta donde casi cualquier ingrediente vale. Y lo cierto es que nos vale para tomar a cualquier hora y le vale a todo el mundo por, como hemos dicho, su gran versatilidad. Se trata de una base de pan de forma circular donde se coloca normalmente una base de tomate frito o natural y, a partir de ahí todos los ingredientes que le queramos echar.
Casi todo el mundo ama la pizza tradicional hecha a mano, pero no hay nada como la corteza crujiente de una pizza hecha en la sartén, porque las recetas hechas en sartenes de hierro fundido son, casi, las mejores sobretodo para aquellos que aman una corteza gruesa y crujiente, dorada en el fondo, pero hinchada y suavecita debajo de las capas de la salsa de tomate y la mozzarella.
Y hoy os hablamos desde Moncloa.com cómo hacer una pizza a la sartén para no sufrir el calor del horno.
2¿Cómo preparar la masa de la pizza?
Para hacer la masa, primero combinamos un poco de harina, la sal, levadura, agua y un chorrito de aceite en un tazón grande. Mezclamos bien todo en un bol con las manos o con una cuchara de madera, hasta que no quede nada harina seca. (El tazón debe tener al menos 4 a 6 veces el volumen de la masa para tener en cuenta su aumento cuando se caliente en la sartén). Cubrimos el bol herméticamente con una envoltura de plástico, asegurándonos de que los bordes estén bien sellados, y lo dejamos reposar a temperatura ambiente fría durante al menos 8 horas y hasta 24h.